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Newell’s: golpe de fe

Por José Odisio.- La Lepra fue efectiva en el primer tiempo y después lo bancó en el complemento para alcanzar los cuartos de final.


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Primero hay que saber sufrir, para después gozar y soñar. Newell’s venció a Vélez en Liniers por 2-1 y avanzó a cuartos de final de la Copa Libertadores. Sin brillar como en el partido de ida, donde paradójicamente perdió 1-0, pero siendo práctico y efectivo. La Lepra anotó rápido para emparejar la serie, aprovechó un error del rival para sacar diferencias con el valor doble del gol visitante y bancó la parada como un equipo con serias pretensiones, que no quiere estar de paso por la Copa Libertadores.

El partido arrancó con un ritmo frenético. Newell’s con su propuesta habitual y Vélez con mayor vocación ofensiva de la que había mostrado en el Parque Independencia.

Y no hubo que esperar mucho para las emociones. A los 4 minutos, Milton Casco robó una pelota en el medio y arranco una contra letal. El lateral combinó con Víctor Figueroa, quien le puso a la jugada la pausa necesaria para dejar a Casco cara a cara con Sosa para que definiera como delantero para el 1-0 madrugador y tranquilizador para la Lepra.

Tocado por el gol, el local se hizo cargo del balón y fue en busca el empate. Y casi lo concreta tras un remate de Lucas Pratto que encontró una atajada estupenda de Nahuel Guzmán.

Newell’s tuvo un ‘veranito’ en la fría noche porteña. Pero fallo en el último pase y Gabriel Heinze no pudo definir tras un centro de Rinaldo Cruzado.

El Fortín salió de la modorra y lo tuvo un buen rato a la Lepra contra las cuerdas. Con Pratto, Fernando Gago y Federico Insúa en el comando, el local arrinconó al Rojinegro contra Guzmán. Tal vez insinuó más de lo que finalmente hizo, pero por un rato la Lepra la pasó mal.

Hasta que Sabia se durmió, Scocco aprovechó la siesta y encaró a Sosa en soledad. Pudo asistir a Maxi Rodríguez, que sólo debía empujar la pelota al gol, pero tuvo un rapto de egoísmo de goleador y definió al cuerpo del arquero. Pero Nacho, de tantos goles exquisitos, esta vez tuvo un toque de fortuna y encontró el rebote en su zurda. Una vez podía fallar; dos no. Adentro, 2-0 y alivio.

La segunda etapa tenía reservado más dramatismo que fútbol. La Lepra se paró de contra y Vélez fue con orgullo a buscar el milagro. Newell’s controlé el peligro durante un buen rato, pero cuando a Pablo Pérez, Figueroa y Rinaldo Cruzado se les empezó a acabar el tanque (de oxígeno), la cancha se inclinó hacia Guzmán.

Pudo cerrarlo Maxi Rodríguez en una contra donde quedo mano a mano con Sosa pero remató desviado. Y hubo que sufrir.

Fue allí donde apareció imponente la figura de Guzmán, con la colaboración de Santiago Vergini y Heinze, de muy buen partido. El descuento de Ferreyra trajo mayor suspenso. Pero a Vélez sólo le quedó el recurso del centro y anoche Newell’s tenía decidido que a lo guapo no lo iban a dejar afuera de la Copa.

El pitazo de Pitana fue delirio dentro y fuera de la cancha. Newell’s está en cuartos en la Libertadores. El camino a la gloria continúa. Y el equipo invita a soñar.

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