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Séptima fecha

Newell’s cayó sin atenuantes ante Belgrano

Fue 2-0. Además, el equipo del Parque mostró su peor versión en la excursión a Córdoba ante el siempre práctico y eficaz Pirata.


Ingenuidad, inocencia y facilidades al por mayor. Jugadores hoy irremplazables y otros desconocidos. Un 0-2 que pudo ser mayor en lo que fue la peor actuación de Newell’s en el campeonato ante Belgrano en Córdoba.

En la previa, Américo Gallego hizo un diagnóstico preciso de las virtudes del Pirata: velocidad por las bandas, preponderancia en el juego aéreo, fiereza en el mediocampo. Y la apuesta resultó menos de un cuarto de hora. Porque después la Lepra se dejó llevar por delante y le permitió agrandarse al dueño de casa. No tuvo reacción ni encontró soluciones. Y zafó de perder por mayor diferencia por algunas atajadas de Oscar Ustari y porque le anularon mal un gol a Jorge Velázquez.

Las pequeñas sociedades del arranque se derrumbaron ante la actitud local. Víctor Figueroa desapareció de la cancha, Ignacio Scocco no pudo gravitar, Nicolás Castro no tuvo compañía. Y cuando parecía que la salida de Lucas Zelarrayán era un alivio para Newell’s, el ingreso de Fernando Márquez le dio a Belgrano mayor profundidad. Enseguida llegó el penal de Federico Fattori, que después volvió a equivocarse en el segundo gol. La Lepra perdió confianza, juego, presencia y precisión, un déficit constante en todo el partido.

Y ni siquiera supo aprovechar la única chance que tuvo en el partido cuando Martín Tonso quedó mano a mano con Juan Carlos Olave y definió mal.

El Pirata acentuó diferencias en el complemento. En el juego y en el marcador. Velázquez anotó el segundo y las esperanzas leprosas se hicieron trizas. El equipo se contagió de su impotencia y ni los cambios lo ayudaron a conseguir una imagen más decorosa. Ni el empuje de Ezequiel Ponce ni la juventud de Joaquín Torres. Apenas la combatividad de Diego Mateo le aportó algo de dignidad a un rendimiento decididamente pobre de Newell’s en Córdoba.

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