No aprovechar los momentos es un pecado. Sobre todo si se trata de un equipo al que no le sobran virtudes. La Lepra desperdició una oportunidad muy propicia para alzarse con el triunfo que tanto necesita al empatar 0-0 con una pobrísima versión de San Lorenzo. Es cierto que Nereo Champagne hizo lo suyo. Y la bronca y preocupación tantas veces manifiesta del hincha se volvió, para muchos, resignación hacia una victoria que no llega nunca.
Siete chances tuvo Newell’s en la primera parte para edificar su mejor producción desde que llegó Diego Cagna. Claro está, salvo por la impericia que acusa desde hace tiempo. Federico Falcone, el ‘nueve’ para este encuentro, hizo su labor a medias: estuvo en el lugar preciso, pero no convirtió. Champagne le sacó dos remates, después probó desde lejos y tuvo otra más que tiró por arriba. Maximiliano Urruti también dispuso de una chance, Víctor Figueroa metió un tiro en el palo y Pablo Pérez estuvo cerca de abrir el marcador después de un despeje del arquero visitante.
San Lorenzo intentó defenderse a duras penas, exponiendo un sinfín de limitaciones. Así y todo, en el final del primer tiempo le mostró a Newell’s lo caro que puede resultar la falta de gol: Emmanuel Gigliotti le ganó a Santiago Vergini y fusiló a Sebastián Peratta, que contuvo el remate sin dar rebote.
La Lepra perdió intensidad en el complemento cuando Martín Tonso se cansó y perdió claridad. Pero siguió encontrando en Cristian Díaz (el mejor de Newell’s) un arma interesante para atacar por derecha. El Kichu probó a Champagne en el arranque y después a los 33 minutos.
La más clara de Newell’s en el segundo tiempo fue un cabezazo de Falcone tras centro del ingresado Lucas Bernardi que obligó a una tremenda volada de Champagne. Y San Lorenzo volvió a entregarle a Newell’s el mismo mensaje del primer tiempo cuando Gigliotti definió por arriba de Peratta, pero su remate se fue rozando el palo: es necesario aprovechar los momentos.
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