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Natural y rentable: avanzan grandes proyectos de biogás en el mundo

Una empresa de Inglaterra compró cuatro camiones que funcionan con el biometano que produce para recolectar residuos de alimentos y de cosecha que procesa su biodigestor en Durham


Bioeconomia (*)

 

Warrens Group, una empresa del Reino Unido que se dedica a la producción de energía a partir de biogás obtenido por la digestión anaeróbica de residuos de alimentos y de cosecha, logró un hito en el camino de la circularidad. La firma, que tiene su sede en sede en Newton Aycliffe en el condado de Durham, en la región nordeste de Inglaterra, compró 4 camiones Iveco para la recolección de residuos de alimentos y agrícolas que serán propulsados con el biometano que ellos mismos producen.

De esta forma se convierte en la primera empresa de reciclaje del Reino Unido que contará con unidades de este tipo, lo que permitirá reducir significativamente su huella ambiental.

El biocombustible será producido en la planta de Warrens Emerald Biogas, la primera instalación de digestión anaeróbica de residuos de alimentos de la región, construida en 2012, que ya procesa más de 115.000 toneladas de desperdicios de alimentos para generar más de 100 millones de kilovatios hora de energía limpia y verde cada año. Una cifra suficiente para alimentar a 19.00 hogares.

El director de la compañía, Antony Warren, realzó el resultado del camino emprendido: “Como empresa, nos enorgullecemos de nuestra visión de futuro, siempre hemos sido los primeros en adoptar las últimas tecnologías. Nuestro propósito fundamental es recolectar los desechos y convertirlos en energía, por lo que hemos estado buscando un vehículo impulsado por biogás por un tiempo, solo era cuestión de encontrar el correcto”.

Las unidades con motor apto para funcionar con biometano estarán en funcionamiento seis días a la semana recolectando desperdicios de una amplia gama de clientes entre los que se encuentran pubs, restaurantes, escuelas y supermercados en todo el noreste de Inglaterra.

Adam Warren, uno de los directores de la empresa, marcó que la economía verde, además de beneficiosa, no tiene por qué ser menos rentable que la economía “sucia” en relación a lo9s residuos. “Creemos firmemente que un negocio sostenible es un negocio mejor. La sostenibilidad es algo que defendemos en todas las organizaciones y comunidades, ya que apoyamos todos los esfuerzos que abordan los problemas ambientales causados por los métodos tradicionales de eliminación de residuos. Al alimentar nuestra propia flota con el biogás que recolectamos, estamos demostrando que cuando se trata de sostenibilidad, realmente practicamos lo que predicamos”.

Hay consenso entre los expertos de la industria en que si las grandes empresas y las industrias alimentaran los vehículos pesados con gas a partir de fuentes renovables, las emisiones de carbono se eliminarían casi por completo.

John Baldwin, experto en la industria del gas y director administrativo de CNG Services, está entusiasmado con el nuevo desarrollo y comentó; “Los vehículos pesados que circulan por las rutas del Reino Unido tienen un impacto ambiental desproporcionado. Si bien representan solo el 5%, consumen alrededor del 25% de todo el combustible diésel del transporte y son responsables de alrededor del 27% de las emisiones de óxidos de nitrógeno (NOx) en ruta y el 18% de las emisiones de dióxido de carbono (CO2) relacionadas con el transporte”.

“La adquisición de camiones que funcionan con gas biometano reducen las emisiones de CO2 en casi un 100%, lo que posiblemente podría dar a Warrens Group la huella de carbono más baja para la recolección de residuos de alimentos del planeta”, concluyó.

(*) www.bioeconomia.com.ar

 

En Nueva York, desde el tambo

Brightmark Energy, una compañía especializada en el desarrollo de soluciones para convertir residuos en energía, anunció una sociedad con cuatro granjas lecheras del norte del estado de Nueva York para utilizar digestores anaeróbicos que convertirán un total de 850 metros cúbicos por día de los efluentes generados por 11.000 vacas en biogás y otros productos.

Una vez finalizadas las obras planificadas en las granjas Swiss Valley, Zuber, Boxler y Lake Shore, así como en una quinta granja que se espera que estén operativas en un mes, el proyecto estará en condiciones de generar unos 260 mil millones de BTU (unidad térmica británica) de gas natural renovable por año. El gas obtenido en cada granja se transportará a la granja Zuber, donde se inyectará en el gasoducto interestatal Imperial.

Se trata del tercer proyecto de biogás anunciado por Brightmark Energy este año luego de los correspondientes en el estado de Washington y Wisconsin. Una vez que todos estén operativos, antes del fin de 2019, generarán suficiente gas natural renovable para conducir un auto alrededor del Ecuador de la Tierra 3.307 veces al año. La compañía está desarrollando proyectos similares de biogás en todo el país.

“Este es nuestro mayor proyecto de digestión anaeróbica hasta la fecha, y recién estamos comenzando”, dijo el CEO de Brightmark Energy, Bob Powell. “Nos enorgullece asociarnos con los agricultores que están a la vanguardia de la sostenibilidad para que puedan mejorar sus resultados, mientras se ocupan de administrar sus actividades naturales”.

Anteriormente, los digestores anaeróbicos de estas granjas producían electricidad que las granjas consumían localmente y con los excedentes alimentaban a la red eléctrica local. Sin embargo, algunos de los digestores tienen más de 10 años y sus costos operativos y de mantenimiento se habían elevado por lo que perdieron rentabilidad.

Ahora, con la renovación en los sistemas, los agricultores participantes esperan ver rendimientos mucho mayores en sus digestores, mientras minimizan aún más los impactos ambientales locales de las heces generadas por su ganado. La Autoridad de Investigación y Desarrollo de Energía del Estado de Nueva York (Nyserda) inyectó fondos para la planificación inicial del proyecto, a lo que se suman las inversiones de los propios chacareros.

El diagnóstico es que la digestión anaerobia del estiércol de las vacas lecheras reduce significativamente la contaminación local y las emisiones de gases de efecto invernadero. El proceso recupera la mayor parte del nitrógeno y el fósforo de la bosta para evitar sus emanaciones aéreas o hacia las corrientes de agua y con esa materia elaborar biofertilizantes.

La digestión anaeróbica también evita que el metano, un potente gas de efecto invernadero, se libere a la atmósfera.

Brightmark busca más productores de lácteos y plantas de tratamiento de aguas residuales, entre otros, parqa nuevos proyectos de biogás.

 

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