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Lanzamiento en pandemia

Nación Ekeko gestó el contundente “Qomunidad” para dejar en claro que “nadie se salva solo”

El proyecto solista del integrante del dúo Tonolec Diego Pérez propone en su reciente tercer disco un mensaje sonoro socioambiental, compartido con otros destacados músicos como Muerdo y Julieta Venegas, donde destaca que "la naturaleza no nos pertenece sino que pertenecemos a la naturaleza"


Nación Ekeko, el proyecto musical solista del integrante del dúo Tonolec Diego Pérez, propone en su reciente tercer disco, titulado Qomunidad, un mensaje sonoro socioambiental que orilla el millón y medio de escuchas en Spotify y que para el artista “tiene que ver con entender que nadie se salva solo”.

“Creo que con la pandemia llegamos como a un límite. Pensamos que iba a haber un parate y que los océanos se estaban limpiando por la menor actividad, pero las corporaciones aprovecharon para meter más megaminería e incendios forestales”, graficó el músico oriundo del Chaco, que integra Tonolec con la cantante Charo Bogarín.

Como contrapartida, el autor, cantante y multinstrumentista apuntó que “frente a este desastre que no se detiene, aparecieron con más fuerza cuestiones como la comunión, la comunidad, el trabajo colectivo, las desfronterización; son varios mensajes que vienen de alguna manera a unificar, a hacernos entender que nadie se salva solo”.

Para el artista, esa síntesis, “se encuentra en el mensaje de los pueblos originarios que conviven en esta tierra desde siempre y que nos hacen entender que la naturaleza no nos pertenece sino que pertenecemos a la naturaleza. Comprender eso cambia notablemente el punto de vista”.

“Con la pandemia como mejor ejemplo ya llegamos a un momento límite y logramos expandir la propuesta al hacer una campaña virtual de lanzamiento del disco también en México y en España”, dijo Pérez durante una entrevista con la agencia de noticias Télam en referencia al impacto de Qomunidad.

“Esa fue la manera –abundó– en la que pudimos presentar un disco en este momento donde no se puede hacer algo presencial y formal y, de paso, experimentar qué pasa con lo digital”.

En Qomunidad y junto a la atrapante fusión entre sonidos de raíz y electrónicos que son marca registrada en Nación Ekeko se anotaron importantes colaboraciones. Del registro formaron parte artistas internacionales como VengaVenga (Brasil/Portugal) en “Fronteras”, Muerdo (España) en “Hermanos” y Julieta Venegas (México) en “El Paraíso”.

La nómina local, en tanto, reúne a Maryta de Humahuaca en “Arriba quemando el sol”, a la mendocina Paula Neder en “Deja que el agua corra”, al grupo Arbolito en “Baila baila”, a Big Mama Laboratorio en “Shamkay”, y a la voz de Mercedes Sosa (con autorización de la familia de la artista) en “Como la cigarra”.

“La intención a partir de estas colaboraciones fue darle entidad a una red humana real que se genere aunando creatividad en pos del disco”, destacó quien junto a Charo Bogarín fundó Tonolec en 2005 y además es parte de Les Yacaré.

El músico destacó la manera en la que fue dando esa confluencia artística de la que da cuenta Qomunidad: “Estas convocatorias no obedecen a la lógica de los sellos que suman artistas como una estrategia de venta sino que, como artista independiente, apunto a una conexión artística, de ideas, y también de amistad. Y cada personaje que participa del disco tiene su propia historia conmigo en un entramado verdadero”.

Entre esos aportes llaman la atención los del español Muerdo y la mexicana Julieta Venegas. “Muerdo me convocó para que haga la producción de su disco La sangre del mundo para Warner España –dijo Pérez–, y de ese conocimiento previo lo invité a ser parte. Y con Julieta se dio de manera más improvisada aunque yo la admiro hace años y fue saliendo de a poco esta idea de que participe de «El Paraíso»”.

El músico habló también acerca de qué diferencia y qué liga a este disco con sus antecesores La Danza (2015) y Caminos (2018): “Diría que La Danza es un disco en el que tiene más que ver lo que observo en un viaje y es un collage unido por el ritmo y la danza. En Caminos, esas cosas que vi hicieron huella en mí y hablo desde un lugar más subjetivo, y en Qomunidad aparece fuertemente la necesidad de apertura y por eso invito a un músico en cada canción y me abro a compartir, a cocrear con el otro”.

En el mismo sentido, el músico se explayó acerca de a qué obedece esa decisión, esa necesidad: “A mí me viene pasando que me encuentro con gente de todo el mundo y así percibo que se construye una especie de comunidad planetaria y que funciona como respuesta a que las corporaciones también son redes mundiales”.

Respecto de presentar Qomunidad en vivo mirando al futuro, describió: “De momento hay dos sueños porque no puedo pronosticar proyectos: una gira de un mes en México, por donde vengo tocando regularmente en los últimos cinco años, en foros chicos con protocolo, e irme luego para Europa con un plan similar. Y entre agosto y septiembre armar un streaming mundial mostrando los temas en otras versiones desde el piano y con loop”.

Y en relación al desarrollo de ese periplo en solitario, completó: “Hoy en día no habría otra posibilidad, pero además desde hace unos años estoy viajando solo con un set donde mezclo e improviso lo acústico y lo electrónico y le sumo visuales en una puesta muy rotunda”.

Finalmente, Pérez habló de la situación en la que se encuentra el dúo Tonolec, que desde su irrupción abrió su propuesta a nuevas sonoridades y al rescate de las lenguas de los pueblos originarios: “Hace ya bastante tiempo, con Charo habíamos frenado la parte de producción de Tonolec para priorizar nuestros proyectos solistas, aunque tenemos mucho material en 15 años de trabajo y podemos seguir con los recitales cuando eso sea posible”.

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