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Bomba incendiaria

Murió el padre del bebé palestino asesinado por extremistas judíos

El premier israelí Netanyahu volvió a condenar a los “terroristas” pero aún no está clara la autoría del feroz ataque.


El padre del bebé palestino quemado vivo hace una semana por extremistas judíos murió y fue enterrado ayer, después de una semana debatiéndose con la muerte a consecuencia de las graves quemaduras sufridas en el incendio de su casa. Centenares de personas acompañaron hasta su última morada a Saad Dawabsha, cuyo cuerpo, envuelto en una bandera palestina, estuvo flanqueado por una guardia de honor de las fuerzas de seguridad palestinas.

“Es un crimen cometido por los colonos, pero con el acuerdo de las autoridades de ocupación” porque “no es posible que Israel, con todo su ejército y sus servicios de inteligencia, no tuviera ninguna información”, declaró este sábado a la AFP Anuar Dawabsha, un familiar.

El primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, reiteró ayer por la noche que se buscará a los culpables. “Deseo manifestar mi profunda pena por la muerte de Saad Dawabsha”, escribió.

“La semana pasada, cuando visité a la familia en el hospital, prometí que emplearía todos los medios a nuestro alcance para buscar y juzgar a los culpables, y eso es lo que estamos haciendo”, dijo.

Aunque Netanyahu condenó desde el principio este ataque “terrorista” y ordenó que se buscase a los culpables, hasta el momento se ha detenido a tres personas, aunque ninguna está acusada de ser responsable del incendio criminal.

Sin pistas

Al diputado árabe israelí Zuheir Bahlul no le sorprende la marcha de la investigación.

“Ha transcurrido una semana y, salvo algunas detenciones, las fuerzas de seguridad no tienen la menor idea de quiénes son los autores del terrible incendio”, dijo Bahlul, del opositor Partido de Unión Sionista.

El atentado del 31 de julio en la localidad de Duma, que mató al bebé de 18 meses Alí Saad Dawabsha e hirió gravemente a su familia, desencadenó fuertes protestas entre los palestinos y las críticas de la comunidad internacional ante la incapacidad de Israel de frenar la violencia de los colonos extremistas.

Saad Dawabsha murió ayer en un hospital de la ciudad israelí de Beersheba donde era siendo atendido por las quemaduras de tercer grado que sufrió en el incendio.

Según el responsable de la unidad de cuidados intensivos del hospital, las posibilidades de recuperación habían sido prácticamente nulas desde el inicio.

“Con el 80% del cuerpo quemado, las posibilidades de supervivencia son muy reducidas, casi cero”, dijo Motti Klein a la radio pública israelí.

La esposa de Dawabsha, Riham, de 26 años, y su hijo Ahmed, de cuatro años, se debaten entre la vida y la muerte en otro hospital israelí cerca de Tel Aviv.

De la casa de los Dawabsha sólo quedaron en pie las paredes, en las que aparecen las pintadas “Venganza” y “El precio a pagar”, consignas habituales de los colonos y activistas de extrema derecha israelíes.

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