Paola Cándido
Mundo Aparte es un refugio de animales silvestres que fueron víctimas de la caza ilegal, tráfico, abandono o accidentes de tránsito. Fue fundado en 2001 por María Esther “Beba” Linaro, con el fin de darle asilo a los animales abandonados tras el cierre del jardín zoológico del Parque Independencia cerrado definitivamente en 1997.
El predio de dos hectáreas a cielo abierto está ubicado en Sorrento 1595, en la zona norte de la ciudad y refugia a más de 70 animales, entre ellos: pumas, monos, tigre de bengala, tucán, osito lavador, guacamayo, zorros, gatos monteses, aguará popé, ciervos, tortugas, chimango, búho del campanario y diferentes especies de aves.
La reserva ecológica tiene un lago artificial para aves silvestres que escapan de los incendios y la sequía en las islas del Delta del río Paraná. Estos animales migran y usan el agua para hidratarse, reponer energía y seguir vuelo.
Con el paso del tiempo y del trabajo en el lugar, la vegetación se adueñó de cada centímetro y se creó un microclima, que hizo que las plantas y los árboles crecieran y se vayan reproduciendo: hay ceibos, palos borrachos y timbós, entre otros.
En el lugar hay un vivero de árboles nativos porque entienden que el trabajo con la fauna implica también un trabajo con la flora, ambos son parte de un equilibrio necesario en el ecosistema. Por ese motivo, cada 22 de abril, el Día de la Tierra, regalan retoños de timbó, ombú, palo borracho y ceibo, entre otros.
“La gomera no es un juguete, cazar no es un deporte y los animales silvestres no son mascotas” es la trilogía sobre la cuál funciona el lado pedagógico de la reserva, que entre sus actividades hace visita guiadas.
Mundo Aparte está instalado sobre terrenos fiscales de la Nación que pertenecen al ex Onabe (Organismo Nacional de Administración de Bienes del Estado). Si bien recibe una subvención estatal, el proyecto se sostiene gracias a las donaciones que cualquier persona puede hacer de manera online en sus redes y en la web, y por el esfuerzo de los voluntarios que trabajan allí.
Un poco de historia
El 1990 Esther “Beba” Linaro asumió como directora del jardín zoológico del Parque Independencia y su objetivo era liberar a los animales silvestres, trasladarlos a un mejor lugar, y que desapareciera la idea del animal en cautiverio para entretenimiento humano.
Finalmente, y tras un largo proceso, el zoológico fue cerrado en 1997 y esos animales fueron alojados sobre un ex basural, ubicado en avenida Las Palmeras, entre Godoy y Uriburu. La mayoría de ellos murieron.
Luego, comenzó el proyecto Mundo Aparte, a partir de un convenio por el cual se recibieron en donación los animales silvestres, víctimas de maltratos y abandono, la mayoría pertenecientes al Jardín Zoológico de Rosario.
Los hábitats fueron forestados según las características de cada especie, y en el predio se plantaron árboles autóctonos y arbustivas.
Con el tiempo, la reserva ecológica se convirtió en un centro de rehabilitación de fauna silvestre víctimas de cazadores, accidentes, tráfico ilegal y mascotismo, y de educación ambiental. Cada animal tiene su nombre y su historia, y carga, en algunos casos, con las marcas visibles o intangibles que los llevaron hasta allí.
Desde hace 22 años funciona en la zona norte de la ciudad esta ONG, que da asilo, rehabilita y libera fauna silvestre; en Mundo Aparte siempre se agranda la familia.
Ilustre
De la concejala María Luz Ferradas, de Ciudad Futura, a quien acompañaron sus pares de bancada, Caren Tepp, Juan Monteverde, Jesica Pellegrini y Pedro Salinas, este jueves se aprobó un decreto que declara Ciudadana Ilustre de la ciudad de Rosario a Esther “Beba” Linaro, “por su meritoria labor profesional como precursora del ambientalismo argentino y su militancia por los derechos y respeto por los animales”.
Entre los considerandos, también se destaca que la distinción es “por haber dedicado su vida y su tiempo a otros y otras, a la preservación de los recursos naturales, su utilización sostenible, a los animales y, de este modo, a mejorar la calidad de vida de la población; y por ser ejemplo de voluntad transformadora y desinteresada al servicio de la comunidad y de la preservación y reparación de nuestra casa común”.
Visitas guiadas
Mundo Aparte ofrece visitas guiadas un domingo al mes, con el objetivo de concientizar a la comunidad sobre la problemática que estamos viviendo con nuestra flora y fauna.
El recorrido de las dos hectáreas del refugio dura dos horas aproximadamente, donde se pueden observar a los animales, conocer sus historias y aprender sobre cada especie.
La visita es recomendada para niños a partir de los ocho años por la duración del recorrido. El predio no se puede recorrer solo, siempre con guías y en grupo.
Las entradas se programan vía web: www.visitamundoaparte.com.ar
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