La victoria de Rosario Central significa mucho más que tres puntos en la lucha por el ascenso. El triunfo conseguido en Corrientes traerá vientos de tranquilidad al atormentado presente del club, más allá de lo futbolístico.
Es que tras el mal debut del equipo de Russo emergieron muchísimas dudas que fueron más allá de lo que pasa en el campo de juego. Sospechas, pedido de explicaciones tardías y muchos condimentos políticos se hicieron presentes en la previa del encuentro en Corrientes.
Central es una institución politizada desde hace ya varios años; pero el termómetro, como en todo club de fútbol, son los resultados. Es por esto que la victoria en tierras correntinas tiene que servir para empezar a edificar un futuro diferente.
Los tres puntos le servirán al cuerpo técnico para corregir errores desde la victoria y empezar a encaminarse en un camino que será largo, muy largo.
Pero además servirá para que el club se “tranquilice”, en todos los aspectos. Pero tendrán que entender aquellos que gobiernan y también los que no, que un resultado no debe tapar las virtudes de una conducción ni los errores de la misma.
Central necesita estar en orden, porque ya quedó demostrado que cuando los ánimos se encienden hacen mella en el campo de juego, así pasó siempre y seguramente seguirá pasando. Por eso, ayer Central logró mucho más que tres puntos.
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