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“Situaciones de trabajo infantil se naturalizan como parte del paisaje”

El ministro de Trabajo, Julio Genesini, cuenta qué experiencias se fueron aplicando en ámbitos rurales y urbanos frente a niños y adolescentes que trabajan. Los centros de cuidado para chicos y la formación de cooperativas de jóvenes son ejes de proyectos inclusivos.


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El ministro de Trabajo de la provincia, Julio Genesini, participó en fecha reciente del Tercer Encuentro Internacional de Estados que firmaron con la Organización Internacional del Trabajo (OIT) la Agenda para el Trabajo Decente. De la reunión, que se realizó en Rosario en atención a que Santa Fe fue el primer estado signatario del país –rubricó el compromiso en 2008– participaron delegaciones de Bahía y Mato Grosso, de Brasil; de la región de Maule, de Chile; de Maldonado, Uruguay, y del departamento Central del Paraguay. En ese marco se intercambiaron experiencias y prácticas concretas en cuanto a formalización del trabajo, erradicación del trabajo infantil y sobre programas especiales para sectores y colectivos vulnerables y  programas contra la discriminación laboral. En un aparte, el ministro recibió a Mundo Laboral y explicó cómo se desarrolla en Santa Fe la agenda suscripta, que cumplió cinco años de vigencia y cuya firma se renovó.

—¿Cómo se incorpora Santa Fe a la Agenda sobre Trabajo Decente?

—El antecedente fue el memorándum que se firmó en 2008 y que posibilitó desarrollar toda una agenda para el trabajo decente. Ese memorándum había expirado, y ahora se celebra otro en el que la provincia ratifica en líneas generales esa política que se seguía en conjunto con la OIT y se plantean objetivos para trabajar en conjunto por la capacitación y prácticas profesionalizantes, la generación de empleo para jóvenes, la creación de oportunidades de empleo para un crecimiento inclusivo, la formalización de las economías informales –que de por sí tienen trabajo en negro– y sobre todo la profundización de los esfuerzos en materia de erradicación del trabajo infantil y de toda forma inaceptable de trabajo, como el trabajo forzoso. Se da una serie de puntos que son abiertos –también para profundizarlos–  y se establece un marco de cooperación técnica con la Organización Internacional del Trabajo, ya que ellos tienen un bagaje de conocimientos técnicos al respecto que es muy importante para complementar y diseñar políticas en la provincia de Santa Fe.

—¿Por cuánto tiempo tiene validez el convenio?

—Por tres años. En ese lapso  donde se van fijando los objetivos y se dan pautas de desarrollo y de trabajo para ir, sobre la base del mismo, profundizando la agenda para el trabajo decente, que supone en su desarrollo la articulación y el diálogo con los distintos sectores del mundo laboral: empresarios, sindicatos, y también organizaciones sociales preocupadas por distintos temas de la agenda, más el Estado.

—¿Cómo se traduce en políticas públicas?

—A partir de allí ir profundizando el diálogo social. La idea es generar la mayor participación en un marco de diálogo social constructivo, que significa un diálogo que apueste a resolver problemas que se van planteando y se van poniendo en agenda.

—¿Cuáles son los sectores más vulnerables en el tema de trabajo decente en Santa Fe?

—Esto lo compartíamos con el ministro de Trabajo de la Nación, Carlos Tomada: la preocupación, fundamentalmente, es ir formalizando el trabajo. Ante el trabajo informal nosotros tenemos que hacer una lucha decidida, por vía de la inspección pero también por la vía de la concientización y hasta del asesoramiento para ir logrando que se formalicen todos los empleados. Por fuera del trabajo informal, luego los colectivos que aparecen como vulnerables son los sectores discapacitados, los pueblos aborígenes, ciertas cuestiones de discriminación por identidad sexual. Y también hay cuestiones de género: las mujeres, sobre todo las de más bajos recursos, están inmersas en situaciones de vulnerabilidad sobre las que hay que trabajar en conjunto. También toda la problemática de los sectores que están afectados por el trabajo infantil. Éste es un tema al que hay que prestarle mucha atención por la sencilla razón de que hay muchas situaciones que no están visualizadas hoy en nuestra sociedad como de trabajo infantil, o están naturalizadas como parte de nuestro paisaje urbano, si se quiere. Y son formas de explotación. Los chicos que están trabajando en la calle, lo que se corresponde en algunos casos con estrategias de subsistencia de sus familias; en las zonas rurales –donde nosotros estamos trabajando muy intensamente– se dan casos de trabajo infantil, pero también se dan situaciones donde los chicos más grandes terminan cuidando a los más chicos para que sus padres vayan a trabajar a las cosechas…. Estos menores terminan haciendo un trabajo infantil doméstico, de apoyo a la actividad rural que hacen los padres, pero mientras tanto no van a la escuela. Y su vez los más chiquitos no están bien cuidados… Nosotros estamos resolviendo esa situación sobre la base de generar centros de cuidado infantil.

—¿Cómo trabajan los centros?

—Ya tenemos 12 en la provincia, diez en áreas rurales y otros dos que son casos urbanos. Uno es en Reconquista, donde se trabaja con quienes hacen reciclado de residuos en un basural muy grande. Hacen trabajo de cirujeo que también involucra a los chicos en esa tarea, porque iban a ese lugar. Ahí se constituyó junto a la organización Cáritas y la Municipalidad local un centro de cuidado infantil y hay cerca de 70 chicos. En San Javier también hay una experiencia urbana y estamos haciendo estudios de campo en distintos lugares de la provincia. Hablamos con el sindicato Uatre que tienen preocupación en el tema en el ámbito rural, pero también vamos a continuar trabajando en sectores urbanos, tanto en cuanto a trabajo infantil como en trabajo adolescente. En la ciudad de Santa Fe estamos haciendo una experiencia en conjunto con la Universidad Nacional del Litoral y la municipalidad con los limpiavidrios. Y una cooperativo de trabajo. El Ministerio financia un plan de asistencia para la capacitación de estos sectores, que se hace sobre la base de un proyecto que tiene desarrollado la universidad, que trabaja con una cooperativa de jóvenes. Y todo lo que produce esa cooperativa, que es de materiales para la construcción, lo va a adquirir el municipio para destinarlo a la construcción viviendas sociales. Aparte, también se ha involucrado a algunos de esos jóvenes a trabajar en las cuadrillas municipales. Con esto se logra atacar una modalidad de trabajo infantil y trabajo adolescente ofreciendo una alternativa. Se abordan estos colectivoas cuando están en su lugar de trabajo, quedan censados, se habla con las familias, se habla con ellos, y se les da una salida. Estas experiencias se está evaluando y replicando, porque creemos que dan resultado.

Pioneros

—Cómo se incorpora Santa Fe al pacto propuesto por la Organización Internacional del Trabajo?

—La OIT ha impulsado la política de celebrar acuerdos con estados subnacionales. Primero fue el estado de Bahía, en Brasil, y en la Argentina el primer estado  fue la provincia de Santa Fe. El acuerdo expiró y en la reunión se firmó un nuevio memorándum de entendimiento. Además, ahora ya se han incorporado estados de otros países, y la idea, según el director para el Cono Sur de la OIT, es seguir avanzando en esta dirección, involucrando a provincias y también a municipios: la idea es incorporar la problemática del trabajo en sus horizontes y propender a lograr un trabajo decente en sus agendas y en la proyección de sus políticas. 

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