Lisandro Olearo
Hay que regresar a casa. Pasaron 36 días desde la salida de Rosario, y pese que al Mundial le restan disputar las semifinales y el partido definitorio, la cobertura para este periodista llegó a su fin.
El Hincha le tenía mucha fe al seleccionado, por ese motivo la fecha de regreso estaba programada para después de cuartos de final.
Mucho sucedió desde la llegada a Tokio un mes atrás, con una valija llena de ilusiones, no sólo en lo periodístico y rugbístico, sino en lo humano, la experiencia de poder estar todo este tiempo en un país como Japón es inolvidable desde cualquier punto de vista. Y sumado a eso poder vivir desde adentro un Mundial de Rugby hacen el combo perfecto.
Pero pasaron cosas. El debut con derrota ante Francia provocó cambios en todo sentido, no sólo en la agenda que tenía por delante El Hincha, sino en la forma de encarar la cobertura. Además, para lograr la clasificación, como había definido Agustín Pichot, hacía falta un milagro. Se le ganó a Tonga con punto bonus pero luego vino la derrota con Inglaterra, la victoria de los franceses ante los isleños y el sueño albiceleste de estar en cuartos de final se truncó.
La despedida de Los Pumas de Japón fue con una goleada sobre Estados Unidos, un triunfo que no maquilla la pobre actuación del seleccionado argentino, que salvo treinta minutos ante Francia y el mismo lapso de tiempo ante Tonga, dejó más dudas que certezas. La conclusión: sin un patrón de juego es muy difícil de definir a qué intentaron jugar Los Pumas en el Mundial.
Además, este torneo fue raro, ya que es la primera vez que se realiza en un país sin tradición rugbística. Igualmente lo atractivo de la cultura japonesa compensó todo lo que se vive en países como Nueva Zelanda, Inglaterra o Sudáfrica.
La posibilidad de tener que dejar Tokio para ir hasta Osaka, segunda ciudad en la que Los Pumas disputaron el duelo ante Tonga, hizo posible la visita a Kioto e Hiroshima. Dos localidades que tienen una belleza especial, una es la capital cultural de Japón y la otra es un lugar para reflexionar sobre el uso de armas nucleares.
Tras ese paso por el sur del país del Sol Naciente, llegó la gran estadía en Tokio para atravesar los últimos dos encuentros del seleccionado argentino (ante Inglaterra y Estados Unidos). Estar en la capital nipona posibilitó poder cubrir otros partidos como el protagonizado por Gales y Australia o ver en acción a los All Backs ante Namibia.
Y para cerrar la cobertura del tercer Mundial consecutivo, el placer inmenso de estar en dos de los cuatro partidos de cuartos de final y regresar a Argentina, con el premio de haber podido ver al menos una vez a los cuatro semifinalistas del torneo.
Cuatro ciudades, más de 1.000 kilómetros recorridos, cientos de viajes en subte con la compañía fiel de la mochila. La vida de caracol pone pausa hasta el próximo evento rugbístico.
Lleno de rugby y vivencias, El Hincha pone punto final a la cobertura mundialista, que podría considerarse un hasta luego a una Copa del Mundo.
Ahora resta conocer quiénes serán los finalistas y en consecuencia qué equipo levantará el trofeo Webb Ellis el próximo 2 de noviembre en el Estadio Internacional de Yokohama. Y aunque falten cuatro años para Francia 2023, el sueño de estar en tierras galas ya comienza.
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