¿Le dispararon o le dieron un puntazo?; ¿fue un robo, una venganza o un crimen pasional?; ¿la atacaron un grupo de personas que viajaban en un auto blanco o dos muchachos que pasaron corriendo?; ¿fue su novia?. Hasta anoche, poco se sabía sobre lo que le pasó a la mujer de 52 años asesinada en la esquina de bulevar Seguí y Mitre. No había detenidos, ni sospechosos; no había siquiera la certeza del arma homicida empleada. Al cierre de esta edición, los investigadores esperaban que con la llegada de la autopsia de la víctima el caso empiece a esclarecerse poco a poco.
Adriana Isabel Mascanfroni, de 52 años, murió pasadas las 2 de ayer, en el Hospital de Emergencias Clemente Álvarez. Un grupo de médicos intentó estabilizar su cuadro clínico, pero no lo logró. Había ingresado un rato antes en una ambulancia del Sies desde la esquina de bulevar Seguí y Mitre, con una herida en el lado izquierdo del cuello. Estos eran los únicos datos que se conocían hasta anoche sobre el séptimo homicidio de 2015 en el departamento Rosario. El resto era todo misterio.
El Ciudadano entrevistó a fuentes de la investigación y vecinos de la zona en busca de algún dato concreto, pero sólo halló versiones dispares. En principio, habitantes de barrio Domingo Matheu aseguraron haber escuchado tiros, los que podrían haber dado muerte a la mujer. Incluso esta fue la primera posibilidad con la que especulaban los funcionarios de la Fiscalía de Homicidios Dolosos hasta ayer al mediodía. Pero con el correr de la tarde estas mismas fuentes plantearon que, de acuerdo con las primeras observaciones que realizó el médico forense que revisó el cuerpo, la herida que le dio muerte a Adriana podría haberse realizado con un arma blanca, y no con un arma de fuego.
“El perito que revisó a la señora no encontró indicios de que la lesión fatal se haya hecho con un proyectil; no encontraron quemaduras, ni esquirlas de bala, ni restos de plomo. Esperamos que nos manden el resultado de la autopsia, pero hasta ahora es un misterio”, explicó un vocero oficial.
A su vez, tampoco estaban establecidas las condiciones del ataque. En un comercio de la zona, El Ciudadano entrevistó a varios vecinos que comentaban el hecho. Ellos mismos se encargaron de marcar la falta de datos concretos. Algunos aseguraron que la víctima caminaba junto a su pareja al momento de ser atacada; pero familiares de Adriana señalaron a los pesquisas que la mujer era soltera y, de acuerdo con los investigadores, se desconocía el paradero de esa posible acompañante. Otras personas marcaban que Adriana estaba paseando un perro, que nunca fue encontrado. Unos pocos marcaban que la señora había cobrado un dinero por la venta de un campo y que este podía ser el motivo de un posible robo o intento de robo. De todas maneras los mismos declarantes explicaban que eran sólo comentarios que habían escuchado.
De acuerdo con fuentes de la investigación, testigos circunstanciales aseguraron haber visto un Fiat Duna transitando en forma sospechosa por el lugar. Incluso un auto con esas características fue encontrado por los pesquisas cerca de la zona del hecho. Estaba estacionado frente a una casa, pero aún tenía el motor caliente, por lo que su titular fue citado a declarar. De todas maneras, no hay mayores indicios que lo vinculen con el homicidio.
En este marco, los pesquisas esperaban el resultado de la recolección de videos de cámaras de seguridad de casas y comercios de barrio Domingo Matheu, a la espera de encontrar alguna imagen que aporte un poco de luz a este caso sumido en las penumbras.
El homicidio de Adriana Isabel Mascanfroni, de 52 años y quien vivía en Maipú al 3500, es investigado por el fiscal Adrián Spelta.
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