Espectáculos

Mirás: “El riesgo de las comedias es que subestiman al espectador”

El actor Fernán Mirás habla de su trabajo en el film "Días de vinilo" que se exhibe en los cines locales y del éxito de tevé del unitario "Tiempos compulsivos", escrito por Javier Daulte, que se emite los miércoles por Canal 3.


Por Daniela Barreiro

Mirás como Luciano, un conductor de radio hipocondríaco y enamoradizo, en “Días de vinilo”.

Desdoblado en dos personajes muy distintos, entre problemáticas psicológicas profundas y un grupo de amigos muy particular, Fernán Mirás ocupa actualmente un lugar muy importante tanto en cine como en televisión argentina. Por un lado es Luciano, un conductor de radio hipocondríaco y enamoradizo, uno de los cuatro amigos en los que centra su trama Días de vinilo, el film que bajo la dirección de Gabriel Nesci desembarcó en las salas locales el jueves pasado. Por el otro, Mirás es el serio y experimentado psiquiatra Ricardo Buso en Tiempos compulsivos, una tira que, escrita por Javier Daulte, puede verse todos los miércoles a las 22.30, por Canal 13.
Exitosa en materia de taquilla, (ver aparte) Días de vinilo aborda distintas facetas del amor y la amistad a través del relato de un momento en la vida de Damián (Gastón Pauls), Marcelo (Ignacio Toselli), Luciano (Mirás) y Facundo (Rafael Spregelburd), cuatro amigos de la infancia que comparten un fanatismo un tanto obsesivo por el rock clásico en discos de vinilo.
“Es muy difícil encontrar buenas comedias que puedan sostener el humor toda la película y que, al mismo tiempo, hablen de algo”, afirmó Fernán Mirás en diálogo con El Ciudadano sobre el atractivo que tuvo para él el film que dirige Gabriel Nesci.
“No es fácil escribir bien en este género que, por un lado, te protege, pero por otro hay que entender bien sus reglas para darle lo que pide. El personaje de Gastón (Pauls) habla de eso, de los finales de las películas, se burla del género. El riesgo de las comedias es que subestiman un poco al espectador, en ese sentido; me gustó que esta película lleve a pensar sobre varias cosas sin perder el acento”, contó el actor.
“Luciano es bastante tonto pero brinda al público la posibilidad de sufrir por un tipo totalmente insoportable toda la película. Siente muchos celos, cree que tiene una novia demasiado linda para él. Cada uno de los amigos sufre por no estar con la mujer que quiere y él la tiene y la estropea, me gustó mucho esa vuelta del personaje”, comentó el actor acerca de su personaje.
Si bien el film habla del amor y la amistad, la trama también hace foco en la tardía crisis de madurez que sufren estos personajes, y esa adolescencia eterna que no quieren perderse se combina con la resistencia a incorporar nuevas tecnologías. “De alguna manera eso es algo que corresponde mucho generacionalmente a los actores que hacemos la película. Hay mucho en mi generación de casarse más tarde, de tener hijos como con un «delay». En lo personal viví con dificultad empezar a usar el CD y dejar el vinilo, y ahora me cuesta dejar el CD para pasar al MP3, soy bastante melómano y me gusta el ritual de elegir un CD y ponerlo, así como antes me gustaba el vinilo. Creo que a través de esa dificultad real me resultó más fácil el personaje”, detalló.
Otra de las cosas en las que Mirás hizo hincapié al hablar de Días de vinilo fue acerca de la relación entre los actores que compusieron los personajes principales y en la noción de humor que el director imprimió en el film: “No nos vimos en la obligación de hacernos los graciosos, nos pasó que cada vez que veíamos a los otros personajes no parábamos de reírnos. Los «cuatro amigos» juntos no pudimos terminar una escena porque nos moríamos de risa. Eso para mi fue un termómetro de que algo íba a andar bien (risas)”.
Por otro lado, cada miércoles, Mirás forma parte, junto a Rodrigo de la Serna y Paola Krum, del elenco protagónico del unitario Tiempos compulsivos, que cuenta con la dirección de Daniel Barone (Tratame bien, Locas de amor, Vulnerables) y está escrito por Javier Daulte (Para vestir santos). El envío trascurre en una clínica psiquiátrica y aborda patologías severas (adicciones, compulsiones y obsesiones) así como también la conflictiva relación entre los profesionales.
“Tiempos compulsivos me da mucho orgullo. Es muy exigido para los actores porque los personajes son muy difíciles, las cosas que pasan son muy complicadas. Estamos grabando el capitulo 12 y la verdad es que no paran de pasar cosas, eso hace que tengas que resolver muchas cosas muy densas que le pasan a los personajes”, dijo Mirás, al tiempo que, consultado sobre el aporte de Daulte a la televisión teniendo en cuenta su rol como dramaturgo, aseguró: “Sentís que es un dramaturgo de años cuando hay una escena muy larga, algo que en televisión suele ser muy corto; pero lo que me gusta mucho de él es que si lees Para vestir santos y Tiempos Compulsivos pensás que son dos autores completamente distintos. Eso es lo que más me sorprende, son dos programas del mismo autor que tienen dos tonos completamente diferentes. Para vestir santos era una especie de melodrama femenino y este tiene algo compulsivo y urbano, como rock and roll. Tiempos compulsivos tiene, en cada capítulo, una estructura y un tono un poco compulsivo; en realidad, creo que se debe a que el autor es medio compulsivo (risas)”.

Relatividad del éxito

Consultado sobre su percepción de los números (rating y taquilla), Mirás afirmó: “Son importantes porque es un parámetro de si algo funciona o no. Pero lo relativizo un poco, quiero saber si el programa va bien de rating medianamente, pero no quiero saber los números. Siempre me pasó eso porque siento que es un peligro que me distraiga de lo que me tengo que ocupar que es actuar. El éxito siempre me pareció relativo, hice obras de teatro que no me parecieron tan buenas y les ha ido muy bien, y otras que me parecieron mucho mejores pero que a lo mejor no era el momento o no interesaron. En eso hay una variable que tiene que ver con el momento, parte delasunto depende de que sea bueno y otra parte tiene que ver con si un tema interesa o no en determinado momento”.

 

El camino de la composición

En medio de una charla que involucró los pormenores de los personajes que forman parte de Tiempos compulsivos, Fernán Mirás graficó: “Los personajes de (Juan) Minujin y el mío están quemados por el trabajo, hace muchos años que hacen esto y tienen una deformación profesional que los pone por fuera de las situaciones, mirándolas en vez de estar involucrados. Por su parte, el personaje de Paola (Krum) viene a poner un aire nuevo, ella es la novata pero nos gusta pensar que es más sabia que nosotros”, dijo el actor que, consultado sobre la investigación que llevaron a cabo para realizar con verosimilitud su trabajo, contó: “Nuestra investigación se basó en comprender la relación médico-paciente; de hecho, no tardamos en comprender que la relación entre el psiquiatra y el psicólogo con el paciente son distintos. La relación del psiquiatra es mucho más desigual porque quien va a un psiquiatra ya pasó por otros lugares, entonces llega un poco más desesperado”.

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