El jefe del Ejército, teniente general César Milani, pidió su “pase a retiro efectivo” por “razones estrictamente personales”, luego de haber sido en los últimos años eje de fuertes críticas de la oposición y de enfrentar causas judiciales por supuesta violación a los derechos humanos y enriquecimiento ilícito. La noticia fue informada ayer por el Ejército mediante un comunicado en el que detalló que Milani “ha presentado su pase a retiro efectivo por razones estrictamente personales”.
Por su parte, la presidenta Cristina Fernández de Kirchner aceptó la dimisión de Milani y designó como nuevo jefe del Estado Mayor del Ejército al general de división Ricardo Luis Cundom, un veterano de la guerra de Malvinas que se desempeña como comandante operacional del Estado Mayor Conjunto de las FF.AA. y coordinó la pasada campaña antártica de las tres fuerzas. Así, Cristina no eligió al inmediato inferior de Milani, el general Gustavo Motta.
Milani había quedado en una delicada situación a partir de que se iniciara una investigación judicial en su contra por presuntos delitos de lesa humanidad que podría haber cometido en La Rioja y Tucumán, durante la última dictadura, y también enfrentaba denuncias por enriquecimiento ilícito, aunque no había sido procesado en ninguna causa.
También era objeto de duras críticas de la oposición, que lo acusaba de estar a cargo de presuntas tareas de “espionaje interno” para vigilar a dirigentes políticos y funcionarios judiciales, luego de que la presidenta Cristina Kirchner enfrentara problemas con la ex Side.
La Justicia de Tucumán investiga a Milani por su supuesta vinculación con la desaparición del conscripto riojano Alberto Ledo, ocurrida en 1976 en esa provincia, y por la cual el mes pasado la hermana de Ledo pidió avances en la causa y que Milani fuera citado a declarar.
Además, enfrenta una causa por el secuestro y tortura de Ramón Olivera y su padre, quien quedó hemipléjico a raíz de los tormentos recibidos en una cárcel de La Rioja. El mes pasado, un nuevo testigo de esa causa, un ex periodista del diario riojano El Independiente, Oscar Schaller, aseguró ante la Justicia que Milani fue quien los interrogó a él y a su padre al ser secuestrados en 1976.
Schaller complicó la situación de Milani, al señalar que era quien lo interrogó antes de ser liberado del Batallón de Ingenieros de Construcciones 141 de La Rioja.
En la Capital Federal, el juez Daniel Rafecas investiga a Milani por presunto enriquecimiento ilícito, a raíz del crecimiento en su patrimonio. Por otro lado, era acusado por dirigentes de casi todo el arco opositor de ejercer un espionaje interno, desde la dirección general de Inteligencia del Ejército que controlaba desde 2007, área a la que el gobierno había aumentado fuertemente su partida presupuestaria hasta llegar a los 400 millones de pesos.
En 2013, el abogado Ricardo Monner Sans hizo una presentación judicial por este tema, basada en una denuncia del senador nacional radical Gerardo Morales.
Para Hebe de Bonafini, la acusación fue “inventada”
La titular de las Madres de Plaza de Mayo, Hebe de Bonafini, justificó ayer la defensa que hace habitualmente de César Milani y dijo que “cree” en el militar porque “Nilda Garré y Néstor Kirchner” no se lo hubiesen presentado si hubiese sido el “malo de la película”.
Según Hebe, la acusación contra Milani de haber participado en la represión ilegal de los 70 fue “inventada” por Nora Cortiñas y el periodista Jorge Lanata. En una entrevista que publicó ayer el Buenos Aires Herald, la dirigente aseguró también que lo defenderá “hasta que esté en la cárcel” y ratificó: “Mientras tanto, no puedo cambiar mi opinión”. Sobre la denuncia que tiene en su contra Milani por crímenes de lesa humanidad, que apareció en el Nunca Más de La Rioja, Hebe dijo que “se insertó allí después”.
Ernesto Sanz: “No puede ser un pasaporte para la impunidad”
La oposición celebró ayer el pase a retiro del jefe del Ejército, César Milani, aunque reclamó que se continúen investigando los supuestos delitos de lesa humanidad y coincidieron en que su alejamiento de la fuerza “no puede ser un pasaporte para la impunidad”.
“El retiro de Milani no puede ser un pasaporte para la impunidad. En muchas oportunidades denunciamos que su presencia al frente del Ejército era ofensiva para la dignidad del Estado, dados sus antecedentes y algunas de sus acciones durante el ejercicio del cargo”, sostuvo el senador nacional Ernesto Sanz. El precandidato presidencial de la UCR resaltó que el alejamiento “es una excelente noticia para la democracia”, aunque dijo: “La noticia perfecta sería que la Justicia investigue las responsabilidades que le correspondan por las acciones supuestamente ilícitas que haya cometido”.
En tanto, el senador Fernando “Pino” Solanas consideró que el cuestionado Milani “era insostenible” y sostuvo que “pasó a retiro para hacerle las cosas más fáciles al gobierno”.
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