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Reflexiones

Mensaje de Scioli a los mercados: paga su deuda

El próximo 6 de octubre, 19 días antes de las elecciones, Daniel Scioli enviará otra señal al mercado: pagará el vencimiento del Bono de la provincia de Buenos Aires (“BP15”, en la jerga del mercado) emitido inicialmente hace 5 años por 1.050 millones de dólares.


El próximo 6 de octubre, 19 días antes de las elecciones, Daniel Scioli enviará otra señal al mercado: pagará el vencimiento del Bono de la provincia de Buenos Aires (“BP15”, en la jerga del mercado) emitido inicialmente hace 5 años por 1.050 millones de dólares.

De este monto, el gobierno bonaerense en junio pudo canjear 375 millones de dólares por un nuevo papel con vencimiento en 2021. Con este último título, también Scioli pudo alzarse con 500 millones de dólares adicionales que están depositados en el BCRA. Para completar el pago, los 175 millones restantes se girarán con fondos que tiene disponibles ya la ministra bonaerense Silvina Batakis.

Así, el “BP15”, la mayor emisión en la historia provincial, terminará siendo pagado por quien lo emitiera. Este desembolso al mercado será horas después del último pago que hará Cristina de Kirchner por el Boden 2015 por 6.300 millones de dólares. En este caso, el monto puede reducirse en parte dado que la Ansés posee en cartera Boden 2015, y el Banco Central de la República Argentina (BCRA) estuvo recomprando en la plaza desde junio. Con estos dos organismos se hará simplemente un cambio de papeles.

Sondeos de los financieros

Ya circulan en el mercado informes de bancos extranjeros con el resumen de sus visitas a los equipos económicos de los candidatos. Todos sostienen que la sobrevaluación del tipo de cambio real no es sostenible. También es unánime la voluntad de unificar el tipo de cambio y remover gradualmente los controles de capitales o cepos varios. Y negociación con los fondos buitre.

Tres aves rapaces

En ese último capítulo, se distinguen tres especies diferentes de buitres: la primera es la de los que reclaman por impagos surgidos del default de la deuda en 2001, pero concentrados en Nueva York; la segunda es de los que tienen papeles originados también en 2001 pero están domiciliados en Alemania; y la tercera refiere a los que compraron juicios en contra de la Argentina en el Ciadi, el tribunal del Banco Mundial.

Con estas tres especies buscará negociar gane quien gane en las elecciones presidenciales, aunque el buitre dominante y más agresivo es el primero. La sensación es que difícilmente pueda observarse en el primer trimestre de 2016 un entendimiento con los acreedores comandados por Paul Singer. Ya las expectativas se corrieron para el último trimestre de 2016, pero se apuesta a disfrutar de los beneficios de ese entendimiento con el anuncio del comienzo de las negociaciones. Hasta ya hubo bancos que acercaron propuestas a candidatos sobre diferentes mecanismos para lograr un acuerdo con fondos buitre. Una cuestión que asoma en cada uno de ellos es que se deberá contar con un aval del Congreso.

Es probable que Axel Kicillof ocupe la estratégica Comisión de Presupuesto y Hacienda en Diputados en reemplazo de Roberto Feletti, si llegara a validarse el triunfo del FpV en las elecciones del 25 de octubre, por lo que ese entendimiento debería eventualmente seducir también al actual ministro de Economía. Todas simples hipótesis, pero que hacen que no sea tan lineal el cierre definitivo del default de 2001.

Superávit

Otro mensaje que Scioli, a través de sus referentes, viene dando al mercado está focalizado en lo fiscal. Un reciente informe del JP Morgan que resumió una visita de ejecutivos de esa entidad financiera al país señala que en 2014 la provincia mostró un superávit primario y financiero y “se aguardan resultados neutros o positivos en 2015”.

La deuda bonaerense era, a marzo, de 9.600 millones de dólares de los cuales el 50 por ciento está en bonos nominados en moneda extranjera y la relación entre deuda y PBI era apenas del 7,1 por ciento a fines del año pasado. Son números seductores para inversores que igual ven al 10 de diciembre como el largo plazo en la Argentina y más cuando aún no se sabe qué sucederá con China ni con la tasa en Estados Unidos.

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