Política

Sigue la investigación

“Me voy a hacer cargo de lo que digo, porque es lo que escuché”

Lo afirmó la testigo que estuvo presente en el departamento de Nisman la noche que fue encontrado sin vida. Le respondió a la fiscal Fein: "Lo que conté es lo que viví, no es una fantasía".


Natalia Gimena Fernández fue la testigo que la Prefectura llevó al departamento del fiscal Alberto Nisman en Puerto Madero, la noche que apareció muerto de un disparo en la cabeza. En una entrevista con el diario Clarín dio detalles de lo ocurrido durante el operativo y reveló algunas irregularidades.

Tras sus dichos, la fiscal de la causa, Viviana Fein, salió a desmentirla. Pero la joven luego ratificó sus declaraciones.

“Yo me voy a hacer cargo de lo que digo porque es lo que escuché”, dijo Natalia en declaraciones a radio Mitre, al asegurar que está dispuesta a declarar ante la fiscal. “Lo que conté es lo que viví (…) no es una fantasía”, reiteró.

Además, sostuvo que no pudo leer el acta del procedimiento y le pidieron que firmara rápido. Natalia garantizó que no tiene “posturas políticas” y que lo que le contó a la periodista del diario “es lo que escuché”.

“Tengo miedo, pero hay muchas cosas que me han indignado”, dijo Natalia en la entrevista con el matutino. Contó que esa noche salió de su trabajo -es camarera en un local de Puerto Madero- junto a una amiga y ambas caminaban por Alicia Moreau de Justo cuando las abordó un auto de Prefectura. “Unos tipos nos pidieron los documentos. Nos preguntaron la edad, si estábamos drogadas o habíamos tomado alcohol”, afirmó. Luego la llevaron al edificio de Le Parc.

“Cuando estábamos sentadas en la escalera, metieron la camilla y en ella sacaron el cuerpo. Eran como las 3.30. Estaba envuelto en una bolsa negra. Se lo llevaron para la derecha, pero a los 15 minutos lo volvieron a meter y se lo llevaron para la izquierda. ‘No boludo, por acá no. Es por allá’, decían con risas. Y después, cuando lo metieron en el departamento no vi por dónde lo sacaron”, señaló la joven de 26 años. También dice haber visto llevarse sábanas y trapos “sucios”.

Natalia reveló que nadie le explicó qué debía hacer o qué cuidados debía tomar para no afectar la investigación con su presencia en el lugar. Pidió ir al baño y la hicieron pasar a uno del departamento de Nisman sin ningún tipo de control para la preservación de la escena.

Además, afirmó que vio carpetas y papeles que decían palabras como “causa” y “secretos”. “Había como 25 carpetas. Ellos leían cada página, hacían un resumen, lo escribían y me hacían firmar a mí”, cuenta Natalia, y dice que vio cómo los peritos pedían más marcadores indelebles porque los que había estaban “secos”, y que intervenían las hojas del fiscal subrayando y marcando. ‘Natalia, quiero que sepas que esto está así tal cual nosotros lo encontramos’, le dijeron.

“Tomaban mate y pidieron medialunas. Tocaban todo. Había unas cincuenta personas. La fiscal (Viviana Fein) preguntaba ¿la cortamos acá y la seguimos mañana?”, recuerda Natalia, quien también aseguró que utilizaron la cafetera de Nisman y que en el lugar había medio centenar de personas. También dijo que Fein le mostró una bolsa con cinco “casquillos de bala, pititos o algo así”.

Otro hecho que llamó la atención de Natalia fue que uno de los peritos, quien utilizaba un traje especial, tomó un celular que dijo que era de Nisman y que pidió que no lo tocaran. Pero el teléfono no paraba de sonar y por eso una agente intentó contestar. Yo misma empecé a decir ‘no, no, dijeron que no lo toquen, es el teléfono del tipo al que mataron’. La mina soltó el teléfono y hubo carcajadas”.

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