Las Vegas ya quedo atrás. También la pelea entre Floyd Mayweathwr y Marcos Maidana es pasado. El vertiginoso andar de las luces, las máquinas tentadoras del juego, los maquillajes de felicidad y sus excéntricos personajes volvieron a sus lugares de principales protagonistas.
Floyd Mayweather le ganó por puntos en decisión unánime a Marcos René Maidana, retuvo sus títulos mundiales welter y superwelter CMB y AMB y conservó su invicto en 47 presentaciones profesionales. Todas ganadas, con 26 nocauts…
Hay un dicho que siempre circula en el ambiente del boxeo y que dice: “Cuando dos hombres vuelven a pelear, el más inteligente tiene mayores posibilidades de hacer las cosas bien y en consecuencia ganar”. Indudablemente, Mayweather fue más inteligente que Maidana a la hora de establecer estrategias sobre el ring. Su velocidad de piernas, brazos y decisiones en cada desplazamiento le ganó la apuesta a la ofensiva frontal, repetida y con el único argumento escrito sobre la entrega física que propuso Maidana.
No se puede ganar sólo con voluntad, entusiasmo, motivación y entrega física. A estos buenos elementos hay que asociarles ideas, planes, estrategias. Especialmente si se trata de enfrentar a Mayweather.
Maidana llegó a esta nueva oportunidad mundialista con el enorme plus de conocer bien a su rival. De saber los errores cometidos con posibilidades de corregirlos. Un buen período previo de trabajo le permitió al argentino llegar físicamente en excelente condiciones. En ese aspecto: impecable. Pero los errores de traslación, de búsqueda fallida de ángulos eficaces para un buen recorrido de sus golpes y la marcada reiteración de mecanismos ofensivos no mejoraron. Para nada. Mucho de físico, nada de estrategia. Los errores afloraron casi como un caldo de la pelea anterior.
Maidana, sólo en el cuarto round, logró manejar la distancia y cruzar envíos efectivos sobre Mayweather. Fue su mejor capítulo. De allí en más, el campeón, a través de un punzante jab de izquierda, detuvo todos los intentos de ataque de su rival y fue imponiendo su plan. El norteamericano nunca se prendió en el cambio de golpes. Utilizó, como nadie, sus pasos al costado desairando constantemente al retador. Maidana tiraba golpes y no acertaba. Sus guantes quedaban en el aire y sufría cada contragolpe.
Mayweather, maestro en lectura de peleas, regulación de energías y situaciones, combinaba tres golpes como máximo y salía de la zona de fuego.
Hasta que llegó la supuesta mordida a un dedo que Mayweathwer reclamó al árbitro. El descuento de un punto por un codazo y con ellos la pálida esperanza que le quedaba a Maidana se esfumó…
El Chino no mostró una estrategia adecuada para esta pelea con la base de datos que tenía. Por momentos llevó la lucha a la media distancia, favoreciendo a Mayweather y convirtiendo su boxeo en callejero y torpe. Es que el santafesino le permitió a su rival contragolpear a voluntad y llevar el desarrollo del combate al terreno que le convenía. Maidana abusó de golpes anunciados a la zona alta, no utilizó el upercut y careció de un efectivo directo de apertura. Igual que en la pelea anterior, fue frontal y reiterativo. No tuvo variantes, ni sorpresa…
“Vengo a hacer historia”, dijo Maidana antes de la pelea. La hizo, aunque no fue la que quería. La historia dirá que dejó todo lo que tenía. Que puso el alma en cada golpe. Que se preparó a conciencia y con gran responsabilidad. Que buscó con sus argumentos quebrar una racha de triunfos de su rival y que intentó recuperar el título mundial. No lo logró. No pudo. No le alcanzó. Pero sí logró colocarse definitivamente entre la fina hilera de los peleadores de primera línea. Marcos Maidana se ganó el respeto y la admiración que sólo logran aquellos que en cada pelea dejan hasta la última gota de sudor y el último aliento buscando la victoria.
“Él fue más sucio que yo”
Marcos Maidana se mostró molesto con los integrantes del jurado, ya que según él “premiaron al corredor” en referencia al invicto campeón welter de la AMB y CMB y superwelter del CMB Floyd Mayweather, y “no al que más pegó”, en la pelea desquite en la que el estadounidense retuvo sus títulos.
“Considero que hice una buena pelea, pero para los jueces parece que no, ya que premiaron al corredor y no al que más pegó durante todo el combate”, expresó el púgil de Margarita en la conferencia posterior a la pelea.
Mayweather se impuso en decisión unánime, ya que Dave Moretti (Las Vegas) y John McKaie (Nueva York) lo vieron ganar por 116-111, mientras que el jurado italiano falló 115-112.
“Estoy conforme con mi trabajo, porque ataqué todo el tiempo y nunca otro boxeador le pegó tanto a Mayweather como lo hice yo. Por eso no creo que haya perdido”, agregó.
En cuanto a las quejas de Mayweather en el octavo round supuestamente porque Maidana lo mordió en el guante izquierdo, el Chino dijo: “Es mentira, yo no lo mordí, pero el sí me metió un dedo en un ojo. El fue más sucio que yo y el referí me descontó un punto a mí”.
El Chino se tomará ahora un “merecido descanso”, según admitió su representante Sebastián Contursi, quien también indicó que seguramente al santafesino le llegarán ofertas para volver a pelear en Las Vegas.
Pese a eso, Maidana admitió que al estadounidense “se le puede ganar, hay que atacarlo todo el tiempo porque eso lo complica, pero debo reconocer que no es fácil encontrarlo porque es muy rápido de piernas, pero igualmente yo le pegué más que ningún otro boxeador”, reiteró.
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