El chubutense Lucas Mathysse quedó muy cerca de la gloria en el imponente MGM de Las Vegas al caer por puntos con números muy cerrados ante el local Danny García, que retuvo los títulos superligero del Consejo Mundial (CMB) y la Asociación Mundial de Boxeo (AMB).
Las tarjetas de los jueces dieron ganador al norteamericano, de origen boricua, por 114-112, 114-112 y 115-111.
“Me pegó justo en el ojo derecho, pero mas allá de eso creo que estuve bien, bien”, explicó el chubutense apenas terminado el combate sobre el momento que marcó el desarrollo de la segunda parte de la pelea.
Mathysse entró al ring con “Sé vos” de Almafuerte, con una bata con la bandera argentina y en extrema concentración.
Así se mantuvo en los primeros dos rounds, en donde obligó a García a ponerse en defensiva.
Si el primero lo ganó por la mínima diferencia, el segundo fue aún con más claridad para el chubutense.
A partir del tercero, García equilibró las acciones con su temible derecha y haciendo daño en los cruces, un terreno en el que se sentía más cómodo que el argentino.
El cuarto asalto también quedó del lado del norteamericano y el quinto parecía tener el mismo desenlace, hasta que Mathysse encontró la salida con un arrebato de golpes, en el que exhibió la eterna estirpe argentina.
Mathysse estaba algo atado y necesitaba acortar la distancia para volver a abrir la defensa de García.
El norteamericano impactó un par de buenas combinaciones sobre el rostro pleno de Mathysse en el sexto, aunque la prueba de eso pudo verse en asalto posterior, cuando el chubutense apareció con el pómulo y ojo derechos muy hinchados.
La tónica del combate no se modificó porque García estuvo sin fisuras en defensa y esperó su momento para dar el golpe certero que sentencie la historia.
En el undécimo, ya con el ojo derecho casi cerrado y con las tarjetas en contra, el argentino se la tuvo que jugar al todo por el todo, en busca de una mano salvadora.
Pero en el golpe por golpe terminó favoreciéndose el norteamericano, que mandó a la lona a Matthysse por primera y única vez en la pelea.
El último asalto no tuvo esa milagrosa derecha que hubiera torcido el rumbo, dado el resultado de las tarjetas que se conoció unos minutos después.
Palmas, muchas, para el chubutense, que demostró estar a la altura de una pelea de este calibre y esperará ahora su revancha.
Comentarios