Un niño de 4 años fue asesinado a cuchillazos durante la madrugada de ayer en una vivienda de la zona norte de Rosario por su propio padre, quien también pretendió matar a su otra hija de 14, pero ésta logró escapar y pedir auxilio a vecinos, quienes llamaron a la Policía. “El hombre tenía todo preparado. Escribió una carta explicando lo que hacía y por qué. Cuando la nena logró zafarse y pedir ayuda, este tipo agarró dos cables e intentó electrocutarse; pero el hermano lo salvó”, afirmaron voceros de la Unidad Regional II. “Lo hizo para vengarse de la ex mujer, la madre de los chicos, que lo dejó”, indicaron por su parte vecinos de la zona.
“El papá trabajaba todo el día como jardinero. Salía a las 7 de la mañana y volvía a las 8 de la noche; así que sus hijos andaban todo el día en la calle. Nosotros lo mirábamos, lo cuidábamos a Lucianito, cuando estaba muy inquieto lo metíamos a la casa. Era un nene precioso, muy bueno” afirmaron habitantes del barrio, quienes en la mañana de ayer seguían sin entender lo que había pasado. Según voceros del caso, hasta hace un mes en el lugar del hecho, en Esquivel al 1200, convivían Julio Bernardo C., de 45 años, su esposa Silvia, de 30 y sus hijos Luciano, de 4, Bianca, de 14 y un tercero, hijo de la mujer.
“El mes pasado la pareja se separó; ella se fue a vivir con otra persona y se llevó a los nenes. Bianquita y Luciano vivían con la mamá, pero venían de visita” agregaron los vecinos.
“Anoche los chicos vinieron a comer y se quedaron a dormir. A la madrugada, la nena se despertó, no pudo ver en la cama a su papá y su hermano. Cuando decidió buscarlos, apareció el padre con un cuchillo tramontina y la quiso acuchillar, pero la chica logró zafarse y pedir ayuda a su tío, que vive adelante”, relataron a este diario voceros policiales.
Mientras Bianca era socorrida, su padre intentó quitarse la vida electrocutándose, pero fue socorrido por su hermano, agregaron los voceros.
Luciano fue hallado en el piso de una de las habitaciones de la precaria vivienda con tres puñaladas en el hemitórax izquierdo. Bianca, de 14, solo sufrió una herida cortante en el brazo izquierdo y un raspón en el pecho. En el lugar del hecho, personal de la Brigada de Homicidios encontró una carta de despedida, donde el asesino culpaba a su ex pareja de lo ocurrido, por abandonarlo. “Julio no era mal tipo. Pero desde que se separó andaba muy mal, chupaba mucho y estaba muy deprimido”, contaron vecinos de la zona.
El homicida debió ser atendido por importantes quemaduras en distintas partes del cuerpo, producto de la descarga eléctrica, y luego fue trasladado a la Alcaidía de Jefatura, donde quedó alojado y a disposición de la Justicia.
“El hombre no está arrepentido. Dice que todo es culpa de su ex mujer”, señalaron los uniformados, que no descartan que el principal sospechoso haya sufrido un brote psicótico que lo llevó a atacar a su propia familia.
El caso es investigado por el Juzgado de Instrucción en turno, con la colaboración de la Brigada de Homicidios.
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