Sólo algunos privilegiados se dan el lujo de ser partícipes de un Mundial sea el deporte que sea. Muchos quedan en el camino por infinidades de razones. Pero no es el caso de Matías Muzzio, quien será el único integrante del interior del país en la selección argentina que estará compitiendo en el Mundial de Muay Thai que se desarrollará del 9 al 19 de mayo en Cancún, México.
El Muay Thai, conocido también como el boxeo tailandés, se trata de una disciplina similar al boxeo, pero en la cual se pueden usar las piernas y los codos, además de poder utilizar algunas barridos, sujeciones (para golpear) y lanzamientos. En Tailandia, país que tuvo su origen en 1920, es el deporte nacional.
Muzzio, de 37 años, habló con El Hincha a pocos días de emprender viaje hacia México sobre cómo llegó a la competencia, sus recursos para costear su traslado, los rivales posibles a enfrentar y por qué se decidió volcarse a un deporte en donde el cuerpo es la principal defensa.
“Será mi primer Mundial, pero tengo experiencias en competencias sudamericanas. Somos ocho integrantes de la selección, éramos diez, pero dos decidieron no viajar por el costo económico. Algunos chicos ya participaron de este tipo de eventos pero no pasaron la primera ronda porque el nivel es muy fuerte. En otros países el gobierno apuesta muchísimo en esta disciplina y son prácticamente profesionales”, dijo el Lobo.
“Lamentablemente acá no nos podemos juntar a practicar porque muchos trabajan y no le dan los tiempos. Estamos muy lejos del resto. Las demás delegaciones tienen médicos, nutricionistas y hasta sicólogos. Nosotros vamos solos y el costo del viaje corrió por nuestra cuenta”, agregó el peleador.
Muzzio enumeró los recursos propios a los cuales debió recurrir ante la falta de apoyo gubernamental, aunque en los últimos días el concejal Pablo Javkin le consiguió un subsidio económico. Y además contó qué papel jugaron sus alumnos en el gimnasio del club Leña y Leña en la zona norte de la ciudad.
“Los pibes que entrenan con migo me dieron una mano enorme. Hicimos rifas y cenas para recaudar el dinero. Ellos me dieron el empuje para cumplir este sueño. Algo debo estar haciendo bien”, confesó Muzzio, quien comparte su día con sus alumnos en el gimnasio durante tres turnos, la venta de suplementos alimenticios, con su mujer Carina y sus dos hijas Brisa, de 12 años y Guadalupe, de 3.
“Después muchos prometieron ayudar, pero fueron sólo promesas. Solamente Pablo Javkin me acercó un dinero y un proveedor mío se portó muy bien conmigo. Por suerte conseguí el pasaje más barato, pero el monto total de gastos ronda los 50 mil pesos”, añadió.
Muzzio tuvo sus inicios en taekwondo, luego pasó al boxeo hasta que en 2011 descubrió el Muay Thai.
“Fui a un sudamericano como coach y termine peleando. Me dijeron las reglas y gane el torneo. Tenía ring, pero no sabía lo que era el deporte”, contó Muzzio sobre sus primeras peleas.
El torneo en Cancún contará con los mejores peleadores del mundo. Y el nivel es altísimo. Muchos son profesionales y viven del deporte. Pero Muzzio tiene en claro su objetivo.
“Sorpresa, no me conocen. Tengo 27 peleas profesionales. Quiero ser la Costa Rica del Mundial de Brasil 2014. Ellos (los europeos) se conocen entre ellos, pero a nosotros no. Voy a tratar de pelear distinto, de poner el corazón. Ser aguerrido. Son personas igual que nosotros y los golpes le duelen tanto como a mí”, afirmó Muzzio, quien se siente “bien de la cabeza y muy confiado para hacer los mejor posible”.
La modalidad del torneo es similar a la segunda fase de un Mundial de fútbol. Son llaves a eliminación directa. Muzzio será el único argentino en la categoría hasta 86 kilos.
“El sorteo se hace el mismo día que arranca el torneo. Vi el nivel de mis posibles rivales y es altísimo. La mayoría tiene más de 70 peleas profesionales. En Europa tienen más roce por la cercanía que tienen”, expresó el rosarino por adopción, ya que nació en Capital Federal.
Por último, habló de la relación con hermano, el Pato, imitador de voces que se desempeña en radio La Red junto a Luis Novaresio por la mañana y Gustavo López por la tarde.
“Tengo una relación bárbara con mi hermano. Nunca tuvimos una pelea ni cuando éramos chicos. El sábado vino a una cena que hicimos en el club para juntar fondos. El me apoya en todo lo que hago”, concluyó Muzzio.