Pese a la presión del gobierno provincial, el Senado evitó en la sesión de ayer todo tipo de mención al proyecto de reforma tributaria que impulsa Antonio Bonfatti. El mandatario había jugado fuerte, en la semana, con declaraciones vinculadas a la posibilidad de que se votara, ayer, una preferencia para tratar dentro de tres sesiones –antes del receso invernal– la iniciativa que propone aumentos de impuestos, avalúos fiscales y eliminación de algunas exenciones.
Sin embargo, la falta de acuerdo al interior del bloque oficialista –donde, a pesar de los acercamientos registrados esta semana, aún persisten diferencias entre socialistas y radicales– fue la excusa perfecta para que el justicialismo hiciera valer la mayoría que ostenta en la cámara y aplazara el pedido de preferencia por, al menos, una semana más.
En ese contexto, el oficialismo deberá acordar entre sus distintos sectores internos un despacho unificado para luego negociar los términos de la reforma con el bloque mayoritario del PJ, donde también hay miradas diferentes respecto de la necesidad de aumentar el impuesto Inmobiliario –tanto Urbano como Rural–, actualizar los avalúos fiscales y eliminar la exención de Ingresos Brutos a las constructoras.
Si bien la mayoría de los senadores eligió no hacer declaraciones, El Ciudadano pudo saber que el oficialismo estudia la posibilidad de modificar algunas de las aristas más controvertidas del proyecto: una de ellas, la delegación de facultades legislativas a favor del Ejecutivo para aumentar, en forma automática durante los próximos seis años, la alícuota del impuesto Inmobiliario.
La eliminación de ese artículo acercaría posiciones en el Senado y podría destrabar el tratamiento de la reforma, que aún no tiene plazo establecido.
Comentarios