A diez años y ocho meses de la misteriosa desaparición de la tucumana María de los Ángeles Verón, secuestrada y entregada para la prostitución por una red de trata de personas según el consenso general de la fiscalía, los abogados de la querella y numerosas organizaciones que luchan contra la esclavitud sexual, la Sala II de la Cámara en lo Penal de Tucumán absolvió a los trece acusados de sustracción, retención y ocultamiento agravado, en concurso con el delito de promoción de la prostitución, procesados en el caso.
El tribunal integrado por Alberto Piedrabuena, Emilio Herrera Molina y Eduardo Romero Lascano dictó el fallo absolutorio para María Azucena Márquez e Irma Medina, sus hijos José Fernando “Chenga” Gómez y Gonzalo “Chenguita” Gómez, Pascual Andrada, Humberto Derobertis, Carlos Luna, Mariana Bustos, Daniela Milhein, Alejandro González, Víctor Rivero, María Rivero y Cinthia Gaitán, involucrados en la causa.
Tanto el fiscal Carlos Sale como la querella habían solicitado una pena de hasta 25 años de prisión para los principales sospechosos. El abogado querellante Carlos Varela Álvarez también exigió que los imputados aporten datos ciertos sobre el paradero de la víctima.
El juicio, de gran repercusión nacional e internacional, se convirtió en uno de los casos más emblemáticos contra la trata de personas que tuvo como principal referente a Susana Trimarco, madre de “Marita” Verón.
La lectura de la sentencia, realizada con cuatro horas de demora sobre lo anunciado, fue sólo sobre la parte resolutoria, mientras que los fundamentos serán conocidos antes de fin de año.
Aunque aún no se conocen esos fundamentos, se deduce que los jueces atendieron a la descalificación que los abogados de la defensa hicieron de los testimonios de las 130 personas que declararon en el juicio, en especial de las mujeres de identidad reservada que fueron víctimas de redes de trata de personas.
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