Pablo Soria
En una casa prestada de Tarragona al 1150 bis, un grupo de madres decidieron emprender un proyecto solidario para colaborar con las familias que atraviesan necesidades en el barrio Emaús, del noroeste de Rosario. De lunes a viernes entregan tres almuerzos y dos copas de leche, en un comedor que dieron en llamar “Las mamis”.
Este miércoles, por ejemplo, dieron de comer a 190 vecinos de una barriada atravesada por la desocupación y por la avanzada del narcotráfico. Allí aseguran las madres que están al frente del proyecto que los niños no pueden acceder a una alimentación diaria, lo que conlleva a que muchos de ellos presenten bajo peso y desnutrición.
Semanas atrás, estas madres del barrio Emaús salieron a golpear puertas de comercios de cercanía para solicitar donaciones. Así van recolectando mercadería para preparar los almuerzos y servir una copa de leche. Advierten que todavía no han recibido ayuda estatal ni de ninguna organización social para sostener el merendero.
“La realidad del barrio es muy triste. No tenemos ayuda de nadie y por aquí no había ni merenderos ni comedores. A partir de las necesidades de los vecinos, entre las mamás pusimos unas moneditas para comprar una garrafa. Después pedimos prestadas una olla y una cocina. La casa en donde cocinamos también es prestada. Y así estamos, por ahora sin ayuda del Estado”, manifestó Beatriz, la encargada del espacio.
Desde el grupo de madres agradecen la colaboración de comerciantes de la zona que realizan un aporte al servicio de quién más necesita. “Salimos a pedir donaciones a verdulerías, panaderías, pollerías y mercaditos. Sino terminamos haciendo productos para vender y después comprar mercadería para seguir haciendo la comida”, explicó Beatriz.
La encargada del merendero advirtió que el hambre de los chicos no puede esperar y lamentó que quieran postergar las necesidades de los vecinos de barrio Emaús. “Golpeamos muchas puertas y no hemos tenido respuestas. Es insuficiente lo que nos dan de Desarrollo Social. Tampoco podemos esperar hasta agosto o septiembre para entrar al Banco de Alimentos. ¿Qué le decimos a los chicos que hacen cola para recibir la comida del mediodía y a la noche se van a dormir sin cenar?”, planteó.
Beatriz aseguró que “no nos da el presupuesto para preparar comida todos los días”. No obstante consideró que “cuando los políticos necesitan un voto, vienen y te palmean la espalda. Pedimos que ayuden a los chicos y vean la realidad del barrio”.
El pasado domingo, el doble crimen en barrio 7 de Septiembre se produjo a poquitas cuadras de barrio Emaús. “La inseguridad es terrible. Hacemos la comida al mediodía y entregamos la leche a las cuatro de la tarde. No nos arriesgamos a hacer cena porque acá hay tiros por todos lados”.
Según Beatriz, “la crisis en el barrio viene de antes” de la pandemia, aunque “sí se agravó” por la propagación del coronavirus. “Hay muchos padres y madres que no pueden salir a trabajar. Vienen a buscar la comida al mediodía para que sus hijos coman”, manifestó.
Para aquellos interesados en aportar donaciones, comunicarse con Beatriz (341-6653182) o Sabrina (341-2265815).
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