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Nueva etapa

Macri asumió la presidencia y pidió “unión de los argentinos”

En su primer y breve discurso ante la Asamblea Legislativa, prometió luchar contra la corrupción, la pobreza y el narcotráfico.


Acompañado por una multitud en las calles y en Plaza de Mayo, Mauricio Macri asumió ayer como presidente de la Nación con un mensaje de unidad nacional para saldar “tantos años de enfrentamientos inútiles” y prometió luchar contra la corrupción, la pobreza y el narcotráfico. Si bien hizo un punteo general sobre ejes de gobierno, el mandatario evitó dar definiciones de fondo, sobre todo en cuestiones económicas, para las cuales habrá que esperar los primeros pasos de la gestión.

En una jornada calurosa y a pleno sol, el líder del PRO primero juró por su cargo en el Congreso ante la Asamblea Legislativa y luego recibió el bastón de mando y la banda presidencial en la Casa Rosada, convirtiéndose formalmente en el mandatario número 52 de la Argentina.

Macri brindó su primer discurso oficial como jefe del Estado en el recinto de Diputados, donde, en una sobria ceremonia, abogó por un “país unido en la diversidad”, se comprometió a mantener una “Justicia independiente” y aseguró que durante su mandato no habrá “jueces macristas”.

En poco más de media hora, el líder del PRO buscó diferenciarse de doce años de estilo kirchnerista y resumió en tres sus principales objetivos de gestión: “Pobreza cero, lucha contra el narcotráfico y unión de los argentinos”.

“Quiero hacer especial énfasis en otra intención básica del período que hoy empieza: este gobierno va a combatir la corrupción”, enfatizó el mandatario y prometió ser “implacable” con los culpables, “sean propios o ajenos”, siendo ése uno de los pasajes más aplaudidos de su mensaje.

De traje azul, camisa blanca y corbata celeste, Macri se dirigió a la Asamblea Legislativa y a los invitados desde el estrado de la Cámara baja, sentado junto a su vicepresidenta Gabriela Michetti, tras llegar en auto desde su residencia en Recoleta con su esposa, Juliana Awada, y su hija menor, Antonia.

En las bancas lo escucharon referentes de la oposición y un grupo de dirigentes del peronismo que no acompañó la decisión de la saliente presidenta Cristina Kirchner de no participar de la jura, entre ellos, Daniel Scioli, Juan Manuel Urtubey y Juan Manzur.

En la sesión hubo presencia de diputados y senadores de todas las expresiones políticas, pero con la ausencia de la mayoría de los representantes del FpV. Además, asistieron mandatarios extranjeros, jueces de la Corte, sindicalistas, gobernadores y el público que colmó los palcos.

Macri mencionó a cada uno de sus ex rivales en las elecciones presidenciales, Scioli, Sergio Massa, Margarita Stolbizer, Adolfo Rodríguez Saá y Nicolás Del Caño, quienes a excepción del referente del FIT estaban presentes, y sostuvo que están “unidos por la vocación democrática y por el sueño de una Argentina desarrollada”.

Ante aplausos fervorosos, Macri auguró: “Se viene un tiempo nuevo, de diálogo, respeto y trabajo en equipo”. Pidió “el aporte de todos”, después de “tantos años de enfrentamientos inútiles”, y aseguró que “es lo que pidieron millones de argentinos que estaban cansados de la prepotencia y los enfrentamientos inútiles”.

Los presidentes Dilma Rousseff (Brasil), Michelle Bachelet (Chile), Tabaré Vázquez (Uruguay), Evo Morales (Bolivia), Ollanta Humala (Perú), Juan Manuel Santos (Colombia), Rafael Correa (Ecuador) y el Rey emérito de España, Juan Carlos, entre otros, viajaron especialmente para asistir a la ceremonia.

En ese marco, adelantó cambios en la política exterior: “Sostendremos todos nuestros reclamos soberanos y nuestros valores sin que eso impida un normal relacionamiento con todos los países del mundo”.

Afuera, en las inmediaciones del Congreso, miles de simpatizantes aguardaban su salida, al igual que en la Plaza de Mayo, donde una multitud se concentró para festejar y presenciar la llegada del nuevo presidente a la Casa Rosada.

Un día después de la despedida de Cristina Kirchner, el mismo escenario, pero con otros protagonistas, dio marco a la celebración del PRO, que tuvo su punto cúlmine cuando Macri salió al balcón de la Casa de Gobierno para saludar a los presentes, rompiendo así una racha de 16 años en la que ningún mandatario lo hacía.

Junto a Michetti, Awada y Antonia, el jefe del Estado esbozó con un infinito “gracias” y volvió a demostrar su euforia con un baile al ritmo de la cumbia.

La llegada a la Rosada había sido a bordo de una camioneta Volkswagen blanca, seguida de cerca por una escolta de Granaderos a Caballo del Regimiento de Patricios.

Asomado por el techo abierto del vehículo, Macri recibió las muestras de afecto de miles de personas que se acercaron al vallado montado sobre la avenida de Mayo, a lo largo de las doce cuadras que separan el Congreso de la Casa Rosada.

Tras recibir el bastón de mando y la banda de manos del presidente provisional del Senado, Federico Pinedo, quien estuvo a cargo del Ejecutivo por doce horas, el mandatario nacional salió al balcón y luego se dirigió junto a su esposa al Palacio San Martín, donde recibió formalmente a las delegaciones extranjeras.

“Parece que fue ayer cuando nos animamos a soñar que los argentinos merecíamos vivir mejor y hoy estamos acá a punto de empezar una etapa maravilla de nuestro país”, señaló un emocionado Macri ante la histórica plaza.

Todos menos Maduro

Todos los presidentes de Sudamérica, salvo el mandatario venezolano Nicolás Maduro,  concurrieron ayer a la toma de posesión de Mauricio Macri y participaron de una recepción en el Palacio San Martín.

La ausencia del jefe de Estado bolivariano fue en respuesta a las declaraciones del flamante mandatario argentino sobre presuntas violaciones a los derechos humanos en el país caribeño y su postura a favor de expulsar a Venezuela del Mercosur.

Los socios de Maduro en el eje bolivariano, Rafael Correa (Ecuador) y Evo Morales (Bolivia) asumieron una actitud distinta y asistieron a los actos. Inclusive, Morales participó el miércoles a la noche de un partido de fútbol junto a Macri en la Bombonera.

La mandataria brasileña, Dilma Rousseff, tuvo un paso breve por Buenos Aires y, tras asistir a la toma de posesión formal de Macri en Casa Rosada y mantener un intercambio bilateral, abordó un vuelo de regreso a Brasilia.

Figuras en La Rosada

La diva Susana Giménez, el presidente de la Conferencia Episcopal Argentina (CEA), José María Arancedo, y el presidente de Boca Juniors, Daniel Angelici, fueron algunos de los variados asistentes que se congregaron en la Casa Rosada para felicitar al presidente Mauricio Macri. Además del ex presidente Fernando De La Rúa, retratado junto a la diva de los teléfonos, estuvieron los ex mandatarios interinos Eduardo Duhalde, Ramón Puerta y Adolfo Rodríguez Saá.

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