Policiales

Ocurrido en 2018

Macabros detalles del crimen de Xiomara, la niña secuestrada por quien pedían cocaína como rescate

Conocía a su secuestrador, quien la pasó a buscar por el colegio en el barrio porteño de Flores y la asesinó con una soga en torniquete en su cuello. El tribunal dio a conocer los fundamentos de las dos perpetuas


El asesino conocía a su víctima desde que tenía un año de vida, era compañera de escuela de sus propios hijos y eso le facilitó la planificación del secuestro cuando salió del colegio, la exigencia del rescate y posteriormente, para evitar que lo incriminara, la decisión de asesinarla.

La niña tenía apenas 15 años y murió sin entender lo que había ocurrido: accedió al vehículo de su verdugo “con la confianza necesaria, sin que mediara sospecha alguna de lo que estaba a punto de suceder”.

El tribunal oral federal número seis dio a conocer los fundamentos de las condenas a prisión perpetua de los asesinos de la adolescente Xiomara Naomi Méndez Morales el 20 de noviembre de 2018.

Los condenados, Bruno Martín Cortez y Luis Alberto “El Loco” Fernández, recibieron la pena más alta que contempla el Código Penal por haber asesinado a Xiomara “por asfixia mecánica por compresión cervical, mediante un doble método: estrangulación a lazo y manual”.

Según el fallo, “la víctima no solo recibió la compresión realizada mediante la soga que le rodeaba el cuello y que recibía, a su vez, la presión adicional de la varilla que ejercía la función de un torniquete, sino que fue estrangulada mediante presión manual realizada sobre su cuello y boca”.

“El imputado Fernández reconoció que él había estacionado sobre la Av. Carabobo, mano en dirección a la Avenida Eva Perón, en el barrio de Flores, y desde allí, descendió del auto, levantó su mano y llamó a Xiomara por su nombre. La víctima, al reconocerlo de lejos, le dijo a sus amigas que la habían pasado a buscar, cruzó la avenida y se subió al auto de Fernández”, describe el fallo, de casi un centenar de páginas.

Esa escena que marcó el inicio del final de la vida de Xiomara ocurrió a la salida del Liceo Número  5 Pascual Guaglianone, a las 17.15. Ocho horas más tarde, la niña estaba muerta, pese a que sus padres pagaron un rescate de 30 mil pesos pero no pudieron completarlo con los dos kilos de cocaína que exigían los secuestradores.

“Fernández, en su declaración prestada en el debate, dijo conocer a Naomi desde el año de vida, relató que incluso la nombrada compartió escolaridad y amistad con sus propios hijos y que dicho vínculo -que refirió haber mantenido con la joven y su familia- fue el determinante del perdón que le pidió a la madre de Naomi en la misma indagatoria”, evaluaron los jueces Sabrina Namer, Rodrigo Giménez Uriburu y Guillermo Costabel.

La condena fue por los delitos de “secuestro extorsivo, agravado por causar intencionalmente la muerte de la víctima, por ser la víctima una joven menor de edad y por haber obtenido el pago del rescate”. Por alguna razón, los secuestradores supusieron que la madre de la víctima, de nacionalidad peruana, tenía facilidad para conseguir la droga que reclamaban como parte del rescate.

Los investigadores hallaron dos mensajes de WhatsApp, enviados a las 21:41 horas desde el teléfono de Xiomara al de su mamá: “Conseguí los 30 kilos o no la ves más”, decía el primero; “No estoy jodiendo pedile a tu tía los 30 kilos”, el segundo.

La droga nunca apareció, parte del dinero sí: fue dejado detrás de un auto estacionado en cercanías del lugar del secuestro, pero para ese entonces, según determinó la autopsia, la adolescente ya había sido asesinada.

Una rápida investigación policial, comandada por el difunto juez Claudio Bonadio, permitió hallar a los secuestradores, perseguirlos y detenerlos.

En el interior del vehículo en el que intentaban huir estaba maniatado el cadáver de Xiomara.

“Resulta más que evidente una coautoría funcional respecto de la causación intencional de la muerte de la víctima, habiendo actuado ambos imputados de consuno y con división de tareas, más allá de cómo en definitiva efectuaran las ataduras, precintados y estrangulamientos referidos dentro del vehículo en el que se conducían, y en el que ambos decidieron dar muerte a Xiomara”, dijeron los jueces.

“Ya habían cobrado el rescate pedido por su liberación y deliberadamente decidieron no liberarla; no exigieron otro pago para su liberación, ni iniciaron tratativas para que efectivamente les dieran en pago la droga que habían pedido y que era la supuesta razón por la que la mantuvieron, incluso después del cobro, junto a ellos”, añadieron.

Las comunicaciones con la madre de Xiomara cesaron después de pago del rescate.

Las cámaras de una estación de GNC registraron a los secuestradores “absolutamente tranquilos, cargando el tanque de gas y adquiriendo un bidón con nafta. La única intranquilidad que pudo verificarse fue respecto de la sospecha sobre si ya estaban siendo vigilados por alguna brigada policial”.

El fallo da por sentado para qué iban a utilizar el recipiente con el combustible: “Sólo restaba, luego del cobro del rescate, terminar con todo lo antes posible, matar a Naomi y escapar. El bidón de nafta no puede tener otra justificación más que la de hacer desaparecer las huellas del delito para procurar su impunidad”.

Fuente: Noticias Argentinas

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