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Los Sueños Compartidos de Rosario despiertan otra vez

Por Claudio de Moya. El gobierno le dio la administración del ambicioso programa a una cooperativa ligada al Movimiento Evita.

Ayer en Buenos Aires se firmó el acuerdo que permitirá regularizar la situación de los 180 trabajadores que construyen el llamado barrio Toba en la zona norte de Rosario. Con lo que también se garantiza la continuidad del proyecto habitacional ideado e iniciado por Madres de Plaza de Mayo, que en Rosario había quedado paralizado luego de que las denuncias contra Sergio Schoklender sobre manejos irregulares pasaran al ámbito judicial. La información proviene de la organización Movimiento Evita, cuyo máximo referente nacional, Emilio Pérsico, estuvo hace dos semanas en la ciudad y dio pistas pero no plazos de un pronto arreglo de la situación. Una federación de cooperativas se hará cargo de la administración del programa de viviendas Sueños Compartidos, con lo cual se cubrirá el vacío jurídico que había quedado luego de que el gobierno nacional retirara la gestión del proyecto ala Fundaciónde las Madres. Así, y “en forma inmediata”, volverá a canalizarse el flujo de dinero para abonar la deuda con los trabajadores, a su vez futuros habitantes de las casas que se levantan en Travesía y avenida Génova, los pagos a proveedores y la entrega de materiales.

A fines de julio, luego de que se profundizaran las acciones judiciales por presuntas maniobras fraudulentas de Schoklender, el Ejecutivo nacional decidió redireccionar la gestión del programa Sueños Compartidos dela Fundación AsociaciónMadres de Plaza de Mayo a las áreas de Vivienda de las provincias donde se levantaban los complejos habitacionales: Chaco, Misiones, Buenos Aires, Río Negro y Salta, todas ellas con gobiernos peronistas. Pero enla Ciudad Autónomade Buenos Aires y en Rosario quedó un vació legal. Esta circunstancia puso en vilo a los trabajadores y beneficiarios finales del proyecto, ante el atraso en el cobro de sueldos y la incertidumbre sobre la continuidad de las obras.

Finalmente, ayer se materializó una salida: la administración legal de los fondos del ambicioso plan de viviendas, en ambos distritos, fue asignada ala Federación TodosUnidos Limitada, una cooperativa ligada al Movimiento Evita. Esta tarde se conocerán los detalles, pero lo cierto es que de esta manera ya hay una nueva figura jurídica que permite restablecer el flujo de fondos por parte dela Nación, que financia en su totalidad el proyecto.

La información fue confirmada por José Luis Berra, secretario político del Movimiento Evita en Santa Fe, y por el secretario general de esa organización, el diputado provincial del Frente parala Victoria GerardoRico. El primero, responsable de las gestiones, agregó que tanto la normalización del pago a obreros y proveedores como el reinicio de obras serán “inmediatos”.

Los 180 trabajadores que integran el obrador del b

arrio Toba no tenían anoche confirmación oficial del acuerdo. Para hoy a las 7 habían decidido reunirse en el predio de Travesía y Génova, y allí esperar novedades. De lo contrario, una hora después planeaban dirigirse hacia el Monumento ala Banderapara hacer visible su situación.

A principios de mes, los obreros –la mayoría integrantes de la comunidad qom– habían resuelto levantar el paro con el que iniciaron su protesta ante la indefinición en los pagos y la entrega de insumos: no querían que se deterioraran los materiales (en especial el cemento) que aún tenían en el obrador. Y continuaron con la construcción pese a que el salario brillaba por su ausencia. Es que esos hombres y mujeres, quienes habitarán las viviendas construidas con sus propias manos, se sienten mucho más que trabajadores: hicieron propio un proyecto que, a muchos, les permitió por primera vez capacitarse en un oficio y acceder a un trabajo “en blanco”. Sin embargo, la incertidumbre –y la decepción por reiterados anuncios de una solución que no llegaba– los obligó a una nueva medida de fuerza. Hasta la empresa que ofrecía el servicio de baños químicos había retirado su equipamiento luego de “aguantar” durante dos meses sin cobrar. Pero Martín González, trabajador y capataz del obrador, separó las aguas dejando en claro que no es un conflicto laboral tradicional. “En el predio tenemos la bandera argentina, la de los pueblos originarios y la de Madres, y no renunciamos a ninguna de ellas”, graficó el compromiso con el programa de la organización que conduce Hebe de Bonafini.

Martín explicó que los problemas comenzaron antes de que en los medios estallara el escándalo de Schoklender, quien se desempeñaba como apoderado dela Fundaciónde las Madres. Y recalcó la voluntad de separar las denunciadas maniobras de la esencia del programa Sueños Compartidos, al que todos los involucrados sienten como propio pese a sufrir las consecuencias de los desmanejos.

El trabajador recordó que ya hay 36 viviendas casi listas para habitar, con todo instalado. Apenas a seis de ellas le falta una segunda mano de pintura, lo que representa una semana de tareas. La dinámica de la obra indica que a esas casas –una de las ocho manzanas del proyecto de 256 unidades en el predio– se muden los primeros beneficiarios para que en el terreno en que hasta entonces vivían precariamente comience la construcción de un nuevo lote.

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