Economía

Bajó la demanda

Los precios de la carne bajaron un 5% en las góndolas: “La gente se quedó sin plata”

La Asociación de Carniceros de Rosario explicó este descenso debido al “desplome” de la demanda de todos los productos y cortes de carne en los últimos días, y auguran un años “muy complicados” en el sector

Foto: Franco Trovato Fuoco

Los precios de la carne vivieron un descenso de hasta el 5% en la mayoría de los cortes de carne vacuna. Los carniceros señalan que se debe al descenso del consumo en los últimos días: “La gente se quedó sin plata”, sostuvieron a El Ciudadano desde la Asociación de Carniceros y advirtieron que hay una “preocupación muy importante” en el sector.

Para un carnicero, el mes se divide en dos partes: las primeras dos semanas, donde las personas se acercan a hacer la compra de carne, y la segunda donde el consumo baja. Pero, en este último tiempo, el consumo fue mucho menor. Así lo cuenta Juan Ramos, referente de la Asociación de Carniceros de Rosario: “La baja en realidad fue porque el consumo se desplomó. La gente se quedó sin plata y eso ha traído una retracción de las ventas bastante importante. Dejaron de consumir, o se consume menos”, sostuvo el carnicero.

La depresión de los precios se registró en el general de los cortes vacunos, mientras que la carne de pollo presentó una continuidad durante las últimas dos semanas, siendo el cerdo el único que presentó una tendencia al alza. No obstante, la falta de demanda fue de todos los productos de la carnicería en general, sin distinción.

La Bolsa de Comercio de Rosario (BCR) publicó un informe que sostiene que, a juzgar por una tendencia de dos años de crecimiento en el consumo de carne, los argentinos consumen un promedio de 115,2 kilogramos per cápita, acercándose a los valores del año 2017 (115,5 kilogramos al año). Según la entidad, los argentinos consumen sobre todo cortes vacunos, representando ésta un 46% de la carne que un argentino promedio consume, llegando a 53,1 kilogramos por persona por año, según las aproximaciones de la BCR.

“Tenemos una inflación de un 125% y la gente se queda sin dinero. Entonces al quedarse sin dinero, no es solamente la carne vacuna: es el pollo, el cerdo, todos los otros ítems”, dijo Ramos. Según el referente, la situación complica toda la cadena de producción de la carne: “La merma arranca en la compra de Hacienda. Al bajar el consumo, se compran menos animales, se faena menos, se distribuye menos y se vende menos en los negocios. Entonces perjudica en una igualdad total desde el comienzo hasta el final de la cadena del animal caminando en el campo hasta la venta en las góndolas y en los mostradores. Repercute absolutamente en todo el porcentaje. Hay una preocupación muy importante“.

Si bien Ramos afirmó a este diario que los precios podrían continuar en baja, sostuvo que la situación dependerá sólo de la cantidad de demanda que se presente en las próximas semanas, por lo que no habrá sacudones importantes en el precio de la carne.

Un futuro complicado para la carne

El índice de precios al consumidor (IPC) publicado por el Indec el pasado miércoles 13 de septiembre marcó un 12,4% de incremento en los precios generales, siendo la carne y sus derivados algunos de los productos que más traccionaron al alza la inflación de agosto. A esta situación se le debe sumar la sequía, que significó una importante retracción en materia de ingresos nacionales por exportación y una mayor erogación de recursos para el campo.

Ramos sostiene que esa combinación ha logrado que los hacendados comenzaran a vender más carne para así pagar gastos que en otra circunstancia serían más llevaderos: “Esto que estamos viendo ahora, el año que viene lo vamos a pagar con menos vaca madre”, dijo el carnicero, y explicó: “Ahora hay mucha oferta, porque el productor vacuno, desde la sequía en adelante, fue vendiendo su hacienda para pagar gastos, por eso también hay mucha oferta de vacas”.

Para generar mayor volumen de venta, los ganaderos comenzaron a vender a los animales productores, es decir, vacas madres que aumentaban el número de terneros para cría y engorde, llevando a una reducción futura de la cantidad de vacas para faenar: “En algún momento de acuerdo a los ciclos ganaderos se va a sentir la falta de carne. El año que viene va a haber un faltante de carne“.

“Ya lo hemos pasado otras veces, de tener una salida tan grande de vacas. Los años 2024 y 2025 van a hacer años bastante complicados en ese tema“, sostuvo Ramos, y subrayó que la sequía llevó a la muerte a una gran cantidad de animales: “Hubo zonas donde murió muchísima hacienda y el productor tuvo que salir a vender sí o sí todo lo que tenía y todo lo que podía para vender”.

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