Ciudad

Los padres de la Dante tienen su propio operativo de tránsito

Por Luciana Sosa.- Se turnan para evitar que la calle frente al colegio se convierta en un caos vehicular en los horarios de ingreso a clase.


dante

El grupo de padres voluntarios del colegio Dante Alighieri lleva tres años dando un ejemplo crucial: todos los días, a la mañana bien temprano y en las primeras horas de la tarde, ayudan a los chicos a bajar con sus mochilas del auto de sus padres para ingresar al colegio. El objetivo es que los mayores no tengan que lidiar con el estacionamiento y que no se detengan en cualquier lado, para evitar los embotellamientos que se producen en las puertas de los colegios del centro de la ciudad.

Ya sea a las 7.15, cuando ingresa el turno mañana, o a las 12.45, cuando entran los de la tarde, un grupo de 4 a 6 padres se colocan un chaleco anaranjado que les entrega la portera del establecimiento educativo y comienzan a coordinar la llegada de los alumnos del nivel primario de la Dante Alighieri, quienes ingresan por Alvear al 1100. “La idea está muy buena porque somos los mismos padres quienes ayudamos a otros a seguir con su día. Siempre les pedimos que dejen las mochilas en el asiento trasero, que no las guarden en el baúl y así, cuando llegan, ayudamos a bajar a los chicos rápidamente y sus padres siguen hacia su lugar de trabajo o donde sea”, explicó Osvaldo Noval, quien por lo general colabora por la mañana.

Gabriela, una de las coordinadoras, llegó al colegio en el mediodía de ayer, unos minutos antes de que se habilitara el ingreso para los chicos del turno tarde. Se puso el chaleco anaranjado, que tiene la inscripción “padres voluntarios” y enseguida se puso a trabajar. “Por suerte, la mayoría de los padres acepta esta modalidad, es una cuestión de organizar el tránsito y ayudar a los chicos a ingresar al colegio sin que queden en el medio de discusiones por falta de espacio y la locura que se genera a esta hora. De todas formas, aún hay un grupo de padres que no te respeta, que dejan el auto donde quieren, te miran feo… y bueno, no podemos hacer mucho al respecto”, se resignó.

Idea a imitar

Pero antes de que llegara Gabriela ya estaba Norberto, conductor de un transporte escolar. Él, al igual que sus colegas, está conforme con este operativo voluntario. “El servicio que dan los papás de ayudarnos con los chicos es muy bueno, pero a veces llegamos antes, o ellos un poquito más tarde y tenemos que detener el transporte y bajarlos nosotros mismos”, señaló. Enseguida se ilusionó con que “sería bueno que los demás colegios tomaran esta idea porque no sólo ayuda a los chicos, sino que evita situaciones muy tirantes”.

Norberto, con la experiencia que le dan los años de traslado de chicos, aseguró que “los adultos salen a la calle con toda la bronca del día, y los chicos quedan en el medio; insultan como locos cuando un semáforo tarda más de lo previsto en cambiar de luz, imaginate cómo se ponen cuando no pueden pasar por la calle por los autos estacionados en doble fila”.

Sobre esta mala costumbre de detener el auto donde sea, desde el grupo de voluntarios pregonan concientización con carteles que cuelgan de los árboles. “Papis: no estamos autorizados a bajar niños de autos estacionados en doble fila. Esto pone en peligro a sus hijos”, reza uno de ellos.

El chaleco antes que la noticia

Antes de ejercer su labor en el canal Somos Rosario, el periodista Ovaldo Noval llega temprano por la mañana para sumarse al grupo de padres voluntarios. “La iniciativa surgió desde la Municipalidad y el colegio, con el fin de descongestionar el corredor en las horas de ingreso del turno mañana y del mediodía, cuando salen los de la mañana y entran los alumnos del turno tarde. Nosotros solemos llegar temprano, estacionamos el auto a una o dos cuadras y caminamos. Ahí me pongo el chaleco y ayudo a los otros padres a dejar a sus hijos sin tener que estacionar sobre la escuela”, relató el trabajador de prensa.

Asimismo, explicó que los padres voluntarios suelen tener reuniones para analizar las alternativas que se presentan todos los días en la interacción con los demás papás y también se informan sobre las responsabilidades viales. “Por suerte, desde la Dirección de Tránsito nos dan una mano. Nos suelen enviar información para desarrollar mejor esta tarea, o bien nos envían a un agente para controlar el caudal de vehículos en el ingreso. Con la colaboración de todos vamos a solucionar este problema de la congestión”, se ilusionó.

La más valiente

Daniela es una de las primeras madres del turno tarde que llega al colegio. Llega a la Dante Alighieri con su hijo desde Funes. y apenas arriba a la entidad educativa se pone el chaleco y enfila directo hacia la esquina de Alvear y Mendoza para “espantar” a todos los vehículos que se crucen, ya sean particulares y taxis que intenten estacionar en ese sector.

“Estamos justo en la esquina frente al banco. Muchos clientes del banco me responden mal, me dicen que dejan el auto por cinco minutos y se enojan porque no me muevo de la calle. Sé que no son 5 minutos y además hay un cartel que indica que está prohibido estacionar. Lo peor, de todas maneras, son los propios padres del colegio que me insultan. No se puede estacionar, y mi función cada mediodía es hacer que esta regla se cumpla”, contó mientras agitaba los brazos para “espantar” a los conductores infractores.

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