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Los huérfanos del covid: más de un millón y medio de niños quedaron sin padres o abuelos en el mundo

Investigadores de varios países hicieron una estimación de los menores afectados por la muerte de familiares responsables de ellos por la pandemia. La Argentina figura en el grupo de países en los cuales uno de cada mil pequeños perdieron al menos a uno de sus cuidadores


Una investigación sobre datos globales realizada por instituciones de Estados Unidos y Reino Unido estima que más de 1,5 millón de niños se quedaron sin padres o sin abuelos a causa del covid-19. El informe destaca que los efectos secundarios de estas pérdidas serán visibles en las sociedades durante los próximos años.

Entre los países donde uno de cada mil niños perdieron a uno de sus cuidadores principales a causa de la pandemia se cuentan la Argentina, Brasil, Colombia, Irán, México, Perú, Sudáfrica, Estados Unidos y Rusia

El análisis fue realizado por investigadores de numerosas instituciones en el mundo. Entre ellas, los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) de Estados Unidos, el Imperial College y el University College de Londres, las universidades de Oxford y Ciudad del Cabo. Se basaron en datos de fertilidad y mortalidad por covid-19 para construir las estimaciones en 21 países.

Los cálculos arrojan que, entre el 1 de marzo de 2020 y el 30 de abril de 2021, más de un millón y medio de menores de 18 años sufrieron la muerte de sus padres, abuelos cuidadores o parientes que vivían con ellos.

Entre los países donde uno de cada mil niños perdieron a uno de sus cuidadores principales a causa de la pandemia se cuentan la Argentina, Brasil, Colombia, Irán, México, Perú, Sudáfrica, Estados Unidos y Rusia.

Las amenazas psicosociales para los niños y adolescentes privados de sus padres o cuidadores incluyen un mayor riesgo de trastorno de estrés postraumático, depresión e intentos de suicidio. Estas consecuencias pueden agravarse por el aislamiento relacionado con la mitigación, el cierre de escuelas y la incapacidad de participar en las prácticas de duelo”, escriben los autores de la aciaga investigación publicada en la revista científica The Lancet.

El trabajo destaca que, incluso cuando la pérdida no es total, sino que hay un padre o cuidador sobreviviente, las consecuencias psicosociales –neurocognitivas, socioeconómicas y biomédicas– son graves para los niños. A largo plazo, detalla, es esperable que atraviesen un menor nivel educativo y una reducción de sus ingresos económicos ya en su adultez.

Una pandemia mayor que se abatió sobre los menores

“La pandemia de covid-19 ha sido rápida y despiadada” con los niños, describieron los responsables del informe. El estudio estima que las vidas de al menos 1.134.000 niños en todo el mundo se modificarán permanentemente por las muertes asociadas al covid de sus madres, padres o abuelos custodios. De ese total, sigue el informe, 1.042.000 quedaron huérfanos de padres y más de un millón y medio perdieron a unos u otros.

Como conclusión y aviso, los responsables del estudio incluyeron un llamado a los gobiernos, las autoridades religiosas, los voluntarios y las organizaciones de la sociedad civil a diseñar estrategias que den respuesta a los impactos por esas pérdidas en los niños.

“A lo largo de esta pandemia, los niños han pasado desapercibidos”, concluyeron en base a los datos analizados: “Estos niños sin nombre son la trágica consecuencia pasada por alto de los millones de muertos por pandemia”.

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