Ciudad

Los amigos le pusieron calor a su día en calles y bares

Por Pablo Moscatello. Los espacios públicos y los locales de comida estuvieron a pleno. Sólo hubo unos pocos disturbios.

Bastó caminar sólo algunos minutos por las calles de la ciudad, sobre todo en la zona céntrica y también en avenidas principales, para comprobar que el Día del Amigo se vivió este año con la misma intensidad que en anteriores. Rosario volvió a entregar ayer, especialmente desde el mediodía, la postal que se repite cada 20 de julio: miles de personas atestaron los bares, restaurantes y espacios públicos. Cualquier lugar pareció bueno para el encuentro. Según los empresarios gastronómicos, los locales para cenar tenían reservadas hasta las ocho de la noche de ayer, en promedio, el 85 por ciento del total de sus mesas. Los festejos, incluso, habían comenzado un día antes y también, se prevé, continuarán el fin de semana, ya que la noche del martes las ocupaciones llegaron al 60 por ciento y hay gran cantidad de reservas para mañana. Así, estas cifras dan cuenta de una celebración que mantiene su convocatoria.

Según explicaron desdela Asociaciónde Empresarios Hoteleros-Gastronómicos de Rosario, el movimiento en las calles, bares y restaurantes comenzó a sentirse con fuerza desde la noche del martes. “Desde ahí tuvimos un muy buen nivel actividad. Entre un 60 y 70 por ciento del total de las mesas ocupadas. La diferencia con lo de hoy a la noche (por ayer) es que eso se dio espontáneamente, sin reserva previa”, explicó Carlos Meliano, el titular de dicha entidad.

El empresario añadió al instante que las primeras reservas comenzaron a hacerse para la mañana de ayer. Es que algunos precavidos, tal vez con cierta exageración y temiendo quedarse sin nada, quisieron asegurarse su lugarcito para el desayuno. De todas formas, Meliano manifestó que todo comenzó a ser más intenso desde el mediodía. “Yo estuve recorriendo distintas zonas y realmente fue mucha la gente que salió a almorzar”, señaló el representante de los dueños de bares y restaurantes.

En tanto, y como siempre, el furor se vivió ya por la noche. “La gran mayoría de los lugares desde hace varios días tenían vendido todo. Aunque también hasta la hora de la cena aún quedaban espacios con cubiertos disponibles. Otros, los menos, no guardaban y recibían espontáneamente”, sostuvo el gastronómico. En concreto, el nivel de reservas se encontraba hasta las siete de la tarde de ayer entre el 80 y el 90 por ciento. Esa cifra es la misma que en los años anteriores.

Al mismo tiempo, y tal cual suele suceder cada vez que este festejo en particular se da en días laborables, no son pocos los que continuarán celebrando. Es que Meliano explicó que ya hay varios espacios que han guardado mesas para mañana. Así, el hombre puso palabras para describir otro hábito que aún se sostiene “La gente diversifica el festejo. Esa es otra cuestión notoria; cómo en la ciudad se aprovecha para, durante toda la semana, festejar con distintos grupos de amigos”, manifestó el titular de la organización que también nuclea a los empresarios hoteleros.

Lo cierto es que al margen de las cifras, es en la propia calle donde se palpa, y con sólo recorrer algunos minutos la ciudad, que el Día del Amigo no es uno más. En horas del mediodía pudo observarse, por ejemplo, que muchos rosarinos eligieron almorzar con sus amigos en las parrillas o resturantes de avenida Pellegrini, donde la mayoría de la mesas estaban integradas por compañeros de trabajo. Al respecto, el propio “rastreo” que realizan los gastronómicos hace especial hincapié en esa zona, y también en Pichincha.

En tanto, los más chicos se concentraban en shoppings y locales de comida rápida. En horas de la tarde, una multitud de adolescentes recorría los parques de la ciudad y las peatonales. La postal que entregaba el paseo comercial de calle Córdoba era la de un sinfín de grupos de jóvenes que, siempre en grupo, recorrían de ida y vuelta esa arteria.

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