El siete veces campeón del mundo de rallies (WRC), el francés Sebastien Loeb, inauguró este jueves por la noche su estatua de cera en el Museo Grevin de París.
“Esto es una especie de consagración”, admitió, en un acto en el que bromeó con su nuevo doble.
Loeb se convierte en el primer piloto de rallies en entrar en este “templo del silencio”, como lo describió el jueves Bernard Pivot, el presidente de la Academia Grevin.
El alsaciano está actualmente en plena lucha por sumar su octavo título mundial consecutivo.
Cuando quedan dos pruebas para el final de la temporada, a finales de octubre en España y a mediados de noviembre en Gales, Loeb, el finlandés Mikko Hirvonen y el también francés Sebastien Ogier están en un corto margen de tres puntos.
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