El censo nacional a realizarse el 27 de este mes incluirá por primera vez un relevamiento de las personas afrodescendientes que viven la Argentina, lo que significa un “quiebre paradigmático” en la construcción de la identidad nacional para las distintas comunidades que agrupan a descendientes de ese continente, contados por última vez en el país en 1887.
“Es la primera vez, después de 120 años que la Argentina se preocupa por este tema y constituye un reconocimiento al aporte que esta cultura hizo al país y un rechazo al preconcepto de que no hay negros o descendientes en el país”, dijo Federico Pita, de la organización Diáspora Africana (Diafar). Para ese momento, el país contaba con 1,8 por ciento de población afrodescendiente.
El dirigente, uno de los oradores durante el lanzamiento oficial del Censo de Población, Viviendas y Hogares que se hizo en la ciudad de Humahuaca el pasado 8 de este mes, consideró que esta inclusión marca “el quiebre de un paradigma. Hacia atrás tiene un efecto reparador para una cultura hasta ahora invisible y hacia adelante es un reconocimiento que la identidad nacional y de América del Sur no es la latina o española”.
Pita destacó: “A partir de este reconocimiento la sociedad argentina tendrá que asumir que somos, que estamos y que somos parte de un proceso de construcción de la identidad nacional, y desterrar el concepto de que somos descendientes de una sociedad caucásica y europea”.
Si bien no hay datos oficiales sobre la población afrodescendiente en la Argentina, un relevamiento efectuado en el año 2006 por la Facultad de Filosofía y Letras de la UBA informó que entre el 4 y el 6 por ciento de la población argentina tiene ascendencia negra, lo que equivale a unos dos millones de personas.
Por otra parte, un estudio de la cátedra de Sociología de la Facultad de Ciencias Sociales de la UBA da cuenta que del total de afrodescendientes en la Argentina, el 13 por ciento son nacidos en el país, el 34 por ciento latinoamericanos y el 53 por ciento son africanos.
El informe, elaborado por la socióloga Karina Bidaseca, da cuenta de que el 57 por ciento sufrió discriminación racial y el 40 por ciento discriminación laboral; el 34 por ciento violencia policial y el 16 por ciento discriminación en organismos públicos.
“Muchos de los 650.000 censistas que recorrerán el país son personas afrodescendientes lo que significa un reconocimiento extra porque contribuirá a hacernos visibles frente a la sociedad y darnos participación en un proceso tan importante”, dijo, por su parte, Carlos Álvarez de la organización África y su Diáspora.
El dirigente reivindicó los aportes de los afrodescendientes en la lucha por la independencia y en manifestaciones de la cultura nacional como el tango y la chacarera.
“Éste es un punto de inflexión”, destacó Álvarez al referirse a la inclusión de la pregunta: “Ud. o alguna persona de este hogar es afrodescendiente o tiene antepasados de origen afrodescendiente o africano (padre, madre, abuelos/as, bisabuelos/as)?”.
Según Álvarez, ésta será “la punta de un iceberg para elaborar, a partir de saber cuántos somos, políticas públicas que tengan en cuenta los múltiples inconvenientes que tienen actualmente las personas afrodescendientes “.
El dirigente explicó que el conteo realizado en el 2006 “es muy incompleto porque muchos niegan u ocultan ser afrodescendientes”.
En este sentido destacó que “esta negación se asocia a un preconcepto que la sociedad construyó de ligar a los «afro» con la marginalidad, la pobreza y a lo oscuro en relación a sus creencias religiosas, frente a la claridad de la Iglesia católica y la cultura europea”.
Álvarez consideró: “La inclusión de los afrodescendientes en el censo es una especie de blanqueamiento que viene a dar por tierra que en el país somos todos descendientes de europeos. Hay una población oscura que es muy numerosa y Argentina tiene sus raíces en esa población”.
Historiadores y demógrafos afirmaron durante décadas que la población negra en la Argentina fue disminuyendo desde comienzos del siglo XIX hasta prácticamente desaparecer. Sin embargo el relevamiento de 2006 demostró otra situación, que ahora deberá ser comprobada en el censo del 27 de octubre, cuando será feriado nacional.
Comentarios