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Llegó lluvia a Mar del Plata

Los veraneantes sufrieron ayer la primera jornada de enero con precipitaciones en la Ciudad Feliz, por lo que tuvieron que agudizar el ingenio para no aburrirse. Como cuenta esta nota, alternativas no faltan

La lluvia cae lenta, y los veraneantes se las rebuscan para zafar del tedio.
La lluvia cae lenta, y los veraneantes se las rebuscan para zafar del tedio.

La lluvia por momentos intensa que se descargó desde la madrugada de ayer sobre Mar del Plata transformó a la jornada en la primera sin playa de la Ciudad Feliz, en un enero que hasta ahora venía desmintiendo los pronósticos de un verano climáticamente inestable, tal cual habían asegurado los especialistas en el tema.

Una temperatura que ayer merodeó los 20 grados no hubiera sido demasiado baja para disfrutar igualmente de las playas, pero el cielo gris y la lluvia implacable, casi continua, obligó a los turistas a buscar otras alternativas.

Allí comenzaron las dificultades, sobre todo para los que tienen chicos, porque en general, el presupuesto del turista tiene en cuenta transporte, alojamiento y comidas pero no dedica demasiado a la recreación, algo que es prácticamente gratis si hay sol.
Quienes veranean en departamento, se felicitaron (o se lamentaron si no lo hicieron) por haber traído el 14 pulgadas de la cocina y la consola de videojuegos para entretener a los chicos mientras la lluvia golpeaba contra los vidrios empañados de las ventanas. De entretenerse jugando a la payana o las figuritas, los chicos de ahora ni hablar.

Más complicado estuvo para los que se alojan en hoteles, donde más allá del televisor de la recepción, o con suerte el de la habitación, no quedaron demasiadas opciones recreativas, salvo que se trate de alguno de los establecimientos de 4 ó 5 estrellas que cuentan con mejor equipamiento recreativo.

Un mazo de cartas o algún juego de mesa sirvieron para “matar” una hora o dos, pero no más porque prolongar ese lapso puede derivar en aburrimiento y hasta cierta contraproducente irritación entre los integrantes de una familia. Claro que lo mismo puede aplicarse a un grupo de amigos o amigas.

Por eso muchas familias decidieron desafiar el mal tiempo, luego del almuerzo ayer más costoso que el que se consume en la playa: sándwich de lo que sea con mayonesa y arena, y gaseosa entibiada al sol.

Fue así que la peatonal San Martín mostró a lo largo de la jornada de ayer una imagen inusual en los mediodías veraniegos, habitualmente poco concurrida cuando el calor “aprieta”. Ayer estaba casi atestada de caminantes sin apuro y sin destino fijo, enfundados en camperas impermeables y con sombrillas transformadas en improvisados paraguas para zafar del chubasco.
Juan B. Justo desde Tucumán hacia la costa, donde hay fábricas de tejidos con locales de venta al público y muchos negocios de indumentaria, también estuvo ayer muy concurrida, tanto por peatones como por decenas de automóviles. La vieja costumbre de comprar pulóveres en Mar del Plata –a pesar de que por lo general son más caros que en los lugares de origen del veraneante– sigue intacta.

Fiesta de los Pescadores

El mal tiempo que frustró la playa fue para muchos la excusa para visitar la cantina de la Fiesta Nacional de los Pescadores, en la banquina del puerto, donde se pueden saborear decenas de platos preparados por “auténticos marineros” –según afirma la publicidad–, a base de pescado y mariscos.

Otro clásico del verano marplatense en los días de lluvia, la gruta de la Virgen de Lourdes, en el barrio Puerto, también recibió desde temprano la visita de miles de turistas.

Otros, en automóvil, cambiaron la playa por la Sierra de los Padres, un paraje serrano situado a 25 kilómetros de Mar del Plata por ruta 226, que en los últimos años se ha transformado en un importante complejo urbanístico en el que hay restaurantes, cafés y locales de venta de indumentaria, artesanías y productos regionales, entre otros rubros de interés turístico.

Más allá de las alternativas que también incluyeron cybers, cines, teatros, circo, museos, entre muchas otras, los turistas aceptaron con resignación y calma este primer día de verano sin playa, siempre y cuando no se repita, al menos en lo inmediato.

Al respecto, el pronóstico, que indica que el mal tiempo se prolongará hoy durante todo el día, anuncia para mañana la vuelta del sol con una temperatura que, paulatinamente, ira subiendo en los próximos días hasta la marca turística ideal de 30 grados.

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