Llega “Jauja”, film que abrió el Festival de Mar del Plata

Jauja, la nueva película del argentino Lisandro Alonso, protagonizada por Viggo Mortensen, llegará finalmente mañana a los complejos de cine locales. Precedida de elogiosos comentarios en los distintos festivales en los que se presentó, la película del director de Los Muertos abrió la semana pasada el 29º Festival Internacional de Cine de Mar del Plata y, como viene sucediendo en cada una de sus presentaciones en contextos internacionales, dividió aguas en la crítica. Algo de eso sucedió en septiembre pasado, en el Festival de Cine de San Sebastián, donde se presentó en la competencia por el premio Horizontes Latinos y recibió aplausos de aprobación y algunos silbidos al término de la su proyección. Sucede que Jauja provoca reacciones dispares entre aquellos que disfrutan del viaje hipnótico propuesto por Alonso y otros que se ven definitivamente ajenos a su radicalizada propuesta.
En el marco de San Sebastián, Mortensen y Alonso respondieron preguntas y, teniendo claro que su film no necesariamente debe ser del agrado de todos, el cineasta aseguró: “No me interesa demasiado lo que pueda pasar con la película. Para mí lo más importante fue filmarla y la gran experiencia que tuvimos en el rodaje”.
Con guión del propio Alonso y del escritor y poeta argentino Fabián Casas, Jauja mantiene el ritmo pausado y contemplativo que el director convirtió en su marca de estilo en La Libertad y la referida Los Muertos, entre otras películas, pero esta vez apela mucho más a los diálogos para hacer avanzar una narración de tintes oníricos.
“Esta es una película que me reinventa como cineasta; me abre un montón de oportunidades inciertas, pero que quiero abrazar”, afirmó Alonso, quien llegó a Donosti luego de ganar el Premio Fipresci de la crítica internacional en la sección Una Cierta Mirada del último Festival de Cannes, donde el film tuvo su estreno internacional.
El título de esta película filmada en distintos lugares de la geografía hostil y escarpada de la Patagonia argentina remite a un lugar mítico que, según reza una leyenda introductoria, los antiguos llamaban Jauja, “y la creían una tierra de abundancia y felicidad, pero tan difícil de hallar que los que la intentaron encontrar se perdieron en el camino”.
Si bien podría tratarse “del sueño de una niña, un perro o un soldadito de madera”, tal como lo señaló Mortensen, la película transcurre en algún momento impreciso de fines del siglo XIX y sigue los pasos de un militar y geólogo danés que pierde a su hija adolescente e inicia un peligroso viaje para intentar encontrarla.
En esa inmensidad desértica y solitaria, donde la aristocracia y el ejército argentinos están realizando el último tramo de una campaña de exterminio de los pueblos originarios, este capitán danés emprende un periplo enloquecedor, cercano a un sueño, donde, incluso, un misterioso perro le indica el camino hacia una mujer que vive sola en una cueva, sobre una montaña.
“Lo importante en el arte es hacer muchas preguntas y no dar respuestas. Esta película puede ser el sueño de una niña o de un perro, pero eso no importa demasiado. Yo no tengo una interpretación propia, cada espectador puede imaginar la explicación que más le guste”, afirmó Mortensen.
Después de Todos tenemos un plan, escrita y dirigida por Ana Piterbag en 2012, esta es la segunda vez que Mortensen realiza una película en Argentina, donde residió durante su infancia y donde dice sentirse como en casa, por lo cual ya planifica nuevos proyectos.
Jauja es fruto de la amistad y colaboración de Mortensen con Alonso, quien junto a Casas escribió el texto de un guión con tintes fantásticos que consiguió entusiasmar al famoso actor, al punto de lograr que se implicara también como productor e incluso compusiera la banda sonora del film.
“Es una gran película, ya van a ver, y en ella hay que reconocer sobre todo a la gente que se juntó para hacer posible nuestra aventura”, añadió el actor en referencia a los coproductores de Argentina, México, Holanda, Francia, Dinamarca y Estados Unidos que hicieron posible el film.
“Esta película es una cosa extraña, porque es tan argentina como danesa, y eso es muy difícil de hacer”, aseguró Mortensen, al tiempo que añadió: “Yo siempre había querido trabajar en danés, el idioma de mi padre. Me hubiera gustado hacerlo con Lars von Trier, pero al final me tocó hacerlo con Lisandro”, bromeó finalmente.