Hace tiempo que el hincha de Newell’s se ilusiona con poder ver a Lionel Messi vistiendo la rojinegra alguna vez. Las constantes referencias de la Pulga sobre su condición de leproso y la inclusión en la actual dirigencia de gente de su entorno juegan a favor de ese deseo, que siempre pareció decididamente lejano.
Sin embargo, según informaciones que surgieron desde España en las últimas horas, hay una chance un tanto más concreta que una mera utopía. Es que en el marco de la renovación de su contrato con Barcelona, que vence el 30 de junio de 2018, Messi pondría como condición que no existan trabas para un futuro regreso al Parque de la Independencia. Y la noticia explotó rápidamente en el mundo Newell’s.
Según el portal Don Balón, más allá de las cuestiones económicas y deportivas que incluirá su inminente renovación con el Barsa, Messi incluiría a la Lepra. ¿De qué forma? “Entre las condiciones de Leo Messi (para la extensión de su vínculo) pasa por la aceptación del club de permitir su regreso a Argentina para jugar en Newell’s Old Boys, el club en el que se inició, en el último año de su carrera deportiva. Y exigirá que si decide dar por finalizada su carrera en el fútbol europeo antes del final del nuevo contrato, el club le dé facilidades para marchar a Newell’s en base a que no se trata de un club que pueda rivalizar directamente con el FC Barcelona”, asegura el sitio web español.
Esto no hace más que reafirmar que en la cabeza de Messi está finalizar su carrera en el Parque de la Independencia, tal como lo afirmó en muchísimas entrevistas que dio en el último tiempo, más allá de que muchos han dudado que esto pudiera concretarse realmente alguna vez.
La renovación de Messi es una prioridad absoluta para Barcelona, pese a que en esta temporada tiene muchos otros vínculos por renovar. Recientemente lo ha hecho con Javier Mascherano y Neymar, y tiene en agenda empezar a negociar las extensiones de de Luis Suárez, Andrés Iniesta, Ivan Rakitic, Ter Stegen y Sergi Roberto, entre otros. Pero la idea de prorrogar el contrato de la Pulga desvela a la dirigencia catalana al tratarse, sin dudas, del emblema de esa entidad.
En febrero de 2013, Messi extendió su vínculo con Barcelona hasta junio de 2018, aunque a mediados de 2014 hubo una actualización del mismo. No hace mucho tiempo se dijo que la Pulga tenía pensado dejar el Barsa después del Mundial 2018 tras la condena millonaria del fisco español por evasión de impuestos.
En marzo de este año trascendió que la idea es hacerle un nuevo contrato por otros cuatro años, o sea, hasta junio de 2022, aunque eso será parte de las negociaciones que la dirigencia catalana mantenga con el rosarino. Ese sería el último vínculo de la Pulga con el Barsa, aunque si el rosarino decide antes cumplir con su deseo de jugar en Newell’s, pretende que el club catalán no ponga trabas en el nuevo contrato. Y así, el sueño ya no parece tan imposible como antes.
¿Debe poner a Domínguez?
La nueva lesión de Fabricio Formiliano y su segura ausencia contra Gimnasia La Plata el domingo 16 en el Parque Independencia abre un debate acerca de lo que debería hacer Diego Osella con Sebastián Domínguez.
Es que en el último partido como local, el Negro reemplazó al uruguayo sobre el final del partido luego que sufriera un calambre. En su primera intervención en el Coloso, Domínguez recibió una silbatina por parte de algunos hinchas leprosos. El DT también optó por el Negro ante Temperley cuando Formiliano no pudo salir al complemento por una distensión muscular. Por lo que, en la previa al cotejo ante Gimnasia de la próxima semana, Domínguez se erige como el principal candidato a ingresar a la última línea.
¿Osella debe exponerlo entonces a que pueda recibir otra reprobación del público o tiene que preservarlo y elegir otro reemplazante? La respuesta no es nada sencilla y sólo la tiene el entrenador. Si bien cuenta con otras variantes a disposición, como Juan Ignacio Sills (con Osella siempre ha jugado como volante) o Franco Escobar (volvió a su antigua posición de marcador central en reserva), por si piensa ‘cuidarlo’, también es cierto que la única forma de que Domínguez pueda revertir esos silbidos en aplausos es estando en cancha.
“Esta situación me genera tristeza. Quiero demostrar que puedo jugar”, dijo el Negro después del partido ante Temperley. Y para ello cuenta con el apoyo de todo el plantel. En efecto, sus compañeros salieron a respaldarlo después del partido con el Decano. Osella también lo defendió y explicó que su salida sólo fue una decisión como tantas otras que ha tomado desde su asunción como entrenador leproso.
Así, durante los próximos días habrá qué esperar por la decisión que tome el cuerpo técnico. Mañana hay una práctica en la que puede entregar señales respecto al equipo que tiene en mente para recibir al Lobo. ¿Estará Domínguez entre los titulares?
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