Asociativismo

Jabonera de Cañada Rosquín

Lifschitz: “Un ejemplo frente a la adversidad”

Hoy la firma continúa siendo una de las líderes en el marcado del jabón de lavar (con la marca La Perdiz), y produce jabón de tocador, para hoteles, detergentes de alta y baja espuma y velas.


El gobernador Miguel Lifschitz visitó esta semana la Asociación de Bomberos Voluntarios de Cañada Rosquín y la Cooperativa de Trabajo Jabonera Cañada Rosquín Ltda, la firma que nació como una cooperativa en 1950 y medio siglo después volvió a serlo, esta vez recuperada de la crisis por sus trabajadores cuando había ido a la quiebra la privada que la tenía en sus manos. “Al recorrer la provincia, uno siempre se encuentra con experiencias positivas y ésta es una de ellas. Realmente es impresionante ver las instalaciones y cómo un grupo de trabajadores se pusieron esto al hombro, lo sacaron adelante y tienen proyectos de futuro. Nos comprometemos también a acompañar el esfuerzo para encarar nuevos proyectos de la cooperativa”, saludó el jefe de la Casa Gris.

La fábrica de velas y jabones de la localidad de poco más de 6 mil habitantes surgió como emprendimiento de inmigrantes italianos que trajeron el oficio de jaboneros. Medio siglo después la firma estaba en manos de la Sociedad Argentina de Grasas y Derivados (Sagyd SA) entró en concurso preventivo tras haber emitido obligaciones negociables que no pudo afrontar.

En 2006 se dictó la quiebra de la sociedad anónima y los trabajadores continuaron la producción como cooperativa, con respaldo de todas las fuerzas políticas de Cañada Rosquín y de la provincia. Ese mismo año los 62 ex empleados asociados pudieron avanzar en la compra de la hipoteca sobre la planta de la ruta 34, a 130 kilómetros de Rosario.

“Esta cooperativa jabonera es un ejemplo frente a las dificultades, a la adversidad”, elogió Lifschitz.

Hoy la firma continúa siendo una de las líderes en el marcado del jabón de lavar (con la marca La Perdiz), y produce jabón de tocador, para hoteles, detergentes de alta y baja espuma y velas.

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