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Liberan al único detenido por el crimen de una anciana

El juez Luis María Caterina, dictó la falta de mérito al único sospechoso del homicidio de Nora Pirovi.

Sebastián Arnaldo O., un joven de 24 años conocido por el apodo de Polilla, recibió la falta de mérito por el homicidio de Nora Pirovi, de 70 años, ocurrido en julio pasado en la casa de la víctima, de barrio Jorge Cura. Según se desprende del fallo, los elementos que involucraban al Polilla en la causa no eran lo suficientemente fuertes para determinar la probabilidad de su participación en el homicidio, por lo que el joven, que fue detenido un día después de encontrado el cuerpo, recuperó su libertad.

La falta de mérito que favoreció a Sebastián O. fue dictada por el juez Luis María Caterina, titular del Juzgado de Instrucción de la 3ª Nominación. Para su resolución, el magistrado dio lugar a la solicitud impulsada por la fiscalía, que entendió que no había pruebas suficientes para involucrar al joven en el homicidio de la anciana.

Caterina entendió que: “Más allá de la gravedad del hecho (…) nuestro sistema es un sistema de garantías y un proceso penal sólo puede avanzar en la medida que la imputación de encuentre avalada por un plexo probatorio”, que en este caso “no se ha encontrado”.

“Nos encontramos con una endeblez de la prueba de cargo, razón por la cual no se puede formular el juicio de probabilidad”, remarcó en su fallo el magistrado que terminó por dictar la falta de mérito contra el Polilla.

Así, el joven que se encontraba detenido desde el pasado 14 de julio –dos días después de que fuera encontrado el cadáver– recuperó su libertad.

El crimen

El cuerpo sin vida de Nora Pirovi, una modista de 70 años, fue encontrado la noche del lunes 12 de julio en la casa en la que vivía desde hacía más de 40 años, ubicada en Rodríguez 2694, a metros de la intersección con Gálvez.

Nora había sido vista por última vez cuatro días antes del hallazgo del cadáver.

En la mañana del lunes 12, Néstor, un hombre que le alquilaba a Nora el local de la esquina de su casa, fue el primero en sentir un olor fétido que provenía de la casa de la anciana. Sin embargo, hizo caso omiso ya que pensó que el hedor era causado por algún roedor muerto que comenzaba a descomponerse. Más tarde se comprobaría lo contrario.

Esa misma noche, Chuchi, una vecina de Nora, pasó por la casa de la modista y notó que había una luz encendida y una radio prendida dentro de la vivienda. “¿Norita iba a dejar la luz encendida, que pagaba 18 pesos la boleta?”, fue la primera sospecha de Chuchi, quien se apoyó en la puerta de ingreso y sin querer se abrió, dando paso a una oleada de olor nauseabundo. Justo en ese momento pasaba por el lugar un móvil policial, al que hizo señas. Chuchi ingresó con los uniformados a la casa de Nora y vio que todo estaba patas para arriba. En el baño, boca arriba y sobre un charco de sangre, estaba el cuerpo de la modista. Un corte de más de 30 centímetros en el abdomen y otro en el cuello daban cuenta de la causal de su muerte.

Por el estado de descomposición del cadáver, los peritos determinaron que la anciana llevaba tres o cuatro días muerta cuando su cuerpo fue encontrado.

Dos días después del hecho, el 14 de julio cerca de la 6.30, el Polilla fue detenido en su casa de la zona sur, en pasaje Frías al 400.

Según indicaron fuentes de la investigación aquél día, un llamado anónimo llevó a los pesquisas hasta la casa del joven, que fue detenido mientras dormía junto a su mujer. Del interior de la casilla se secuestró indumentaria masculina con algunas manchas de sangre y dos armas blancas. Sin embargo, las pericias no consiguieron determinar si la sangre hallada en la ropa y en las armas respondía al mismo patrón genético que Nora Pirovi, por lo que la única prueba que involucraba al Polilla a la causa fue descartada.

Ahora, la causa quedó sin detenidos.

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