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Liberan al atacante del Papa

El turco Mehmet Ali Agca, quien en 1981 tiroteó a Juan Pablo II, se define como "el segundo Mesías"

Mehmet Ali Agca, el hombre que atacó a tiros al papa Juan Pablo II en 1981, fue liberado ayer en Turquía, país de donde es oriundo y donde cumplía condena por otros delitos en una cárcel cercana a Ankara, informó su abogado, quien adelantó que su cliente dará una conferencia de prensa a la brevedad en la capital turca.

“Una conferencia de prensa será organizada probablemente el 20 de enero. Él responderá todas vuestras preguntas”, dijo uno de sus abogados a los periodistas delante de un hotel de Ankara, al que llegó poco antes Agca, en medio de una confusión mediática total. La conferencia de prensa tendrá lugar en Ankara, agregó el abogado Gokay Çaglaralp Gültekin.

Agca recuperó ayer su plena libertad después que médicos del Ejército turco lo declararon no apto para el servicio militar, al que había escapado hasta ahora.

Su liberación había empezado ayer por la mañana ante la cárcel de Sincan –a unos 60 kilómetros de Ankara–, cuando uno de sus abogados, Yilmaz Abosoglu, declaró ante las cámaras: “El procedimiento de liberación ha sido completado”.

Agca fue visto, puño en alto, por un periodista de la AFP al salir de prisión en un automóvil, escoltado por otros vehículos.

Fue llevado luego bajo escolta a un hospital militar de Ankara para exámenes, constató un periodista de la AFP que seguía al convoy.

El abogado había explicado poco antes que su cliente sería presentado a un puesto de enrolamiento del ejército, porque nunca efectuó su servicio militar, obligatorio y sin límite de edad en Turquía.

Agca, de 52 años, quien se define como “el segundo Mesías”, y que según algunos observadores sufre problemas psiquiátricos, afirmó ayer que él es “el Cristo eterno”, en un comunicado distribuido por su abogado al salir de la cárcel.

“Proclamo el fin del mundo. El mundo entero será destruido durante este siglo. Todos los seres humanos morirán durante este siglo”, agregó en dicho texto.

“La Biblia está llena de errores. Yo escribiré la Biblia perfecta”, añadió, firmando “el Cristo eterno, Mehmed Ali Agca”.

Otro de sus abogados, Haci Ali Özhan, había declarado el domingo último que la oficina de enrolamiento militar de su ciudad natal de Malatya (este) exigía que fuera controlado por médicos militares inmediatamente después de su liberación, ya que según ellos estaba en delito de fuga.

Sin embargo, Ali Agca, de 52 años, ya había sido declarado “no apto” para el servicio militar turco por “trastornos avanzados de la personalidad y personalidad antisocial” en 2006 por un hospital militar de Estambul, cuando fue liberado de la cárcel durante ocho días, luego de un error de cálculo en sus reducciones de pena.

“Los médicos repitieron el precedente diagnóstico”, declaró ayer Gültekin, tras este nuevo examen.

En Turquía el servicio militar es obligatorio para todo ciudadano turco a partir de los 18 años, sin límite de edad.

Mehmet Ali Agca, quien militó con los Lobos Grises, un grupo de extrema derecha autor de numerosos actos de violencia en los años 70, tiene intenciones de hacer revelaciones sobre los motivos que lo llevaron a tratar de asesinar a Juan Pablo II, y numerosos editores y directores de cine se han puesto en contacto con él.

Fue encarcelado en Turquía después de ser extraditado de Italia en 2000 por varios crímenes cometidos en Estambul antes de que intentase matar a Juan Pablo II el 13 de mayo de 1981 en la Plaza San Pedro de Roma, hiriéndolo gravemente en el abdomen con un arma de fuego.

El móvil de su intento de asesinato sigue siendo un misterio.  Agca sostuvo que su acto tenía motivaciones divinas, e hizo numerosas declaraciones contradictorias que dieron lugar a decenas de investigaciones.

Las acusaciones de que la Unión Soviética y la Bulgaria comunista de esa época estaban involucradas nunca fueron confirmadas.

El tercer secreto de Fátima

 El 13 de mayo de 1981, Ali Agca atacó a tiros en la Plaza San Pedro al papa Juan Pablo II, cuando éste se disponía a dar su tradicional audiencia de los miércoles.

El atacante fue detenido y además del arma, se halló en su bolsillo una nota escrita en turco que decía: “Yo, Agca, maté al Papa para que el mundo pueda saber que hay miles de víctimas del imperialismo”. En julio de 1981 fue condenado a cadena perpetua y a la pena especial de “aislamiento” por un tribunal italiano, y en 1985, en el denominado “juicio del siglo”, que se inició en Roma sobre la presunta conspiración internacional en el atentado contra Juan Pablo II, quien sin embargo lo visitó varias veces en prisión.

El 13 de junio de 2000 y un mes después de que el Vaticano revelara el tercer secreto de Fátima –que hablaría de la muerte del Papa y fue invocado por Agca para justificar su accionar–, obtenía el indulto del presidente de Italia, Carlo Azeglio Ciampi, a instancias de Juan Pablo II.

El gobierno italiano concedió su extradición a Turquía, donde debía purgar varias penas por delitos cometidos antes de 1981, entre ellos el asesinato de un periodista cuando pertenecía al grupo de ultraderecha denominado Lobos Grises.

Por este delito, Agca había sido condenado a muerte en ausencia, pero tras la amnistía se le redujo la pena a diez años de prisión. Más tarde, sin embargo, fue condenado por otros delitos menores a 18 años de prisión, pero luego fue amnistiado. El 8 de enero de 2006 un tribunal turco decidió ponerlo en libertad, tras considerar que había cumplido ya su pena de cárcel en Turquía. Y el día 12, de ese mismo mes, salió de la prisión de alta seguridad de Kartal, en Estambul. Sin embargo, el 20 de enero la Corte Suprema de Justicia decidió que la salida de prisión de Agca fue incorrecta, debido a un error de cálculo, y horas más tarde fue detenido en su domicilio por la Policía e ingresó de nuevo en prisión, hasta ayer.

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