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Legisladores nacionales defienden suba en dietas

La mayoría de diputados y senadores se mostró a favor del aumento de sus sueldos, que quedan en $35 mil.

Tal lo acordado a fines del año pasado, diputados y senadores nacionales incrementaron sus dietas. El Frente para la Victoria, legisladores radicales, macristas y del Frente Amplio Progresista defendieron ayer el aumento de las dietas al considerar que la suba del 37 por ciento sirvió para subsanar “el retraso” salarial de los legisladores. El aumento, que fue otorgado el 31 de diciembre pasado pero recién se hizo efectivo este mes, avivó la discusión especialmente entre los sectores sociales y de centroizquierda, que consideraron “excesivo” el incremento salarial de los legisladores, que ahora quedó entre los 30 y los 35 mil pesos.

Sin embargo, las quejas principalmente tuvieron que ver con una información errónea publicada en el diario La Nación, que afirmaba que el aumento había sido del ciento por ciento, cuando en realidad fue del 37 por ciento, igualmente superior a la media de incrementos negociados por las distintas ramas de actividad.

En este sentido, el dirigente sindical Julio Piumato, hombre cercano al líder de la CGT Hugo Moyano, se preguntó de manera irónica si el incremento en las dietas de los legisladores podría ser considerado como una “referencia” para las futuras negociaciones paritarias.

El presidente del bloque de senadores del Frente para la Victoria, Miguel Ángel Pichetto, ratificó la decisión tomada por las dos Cámaras y sostuvo que “a través de este aumento se subsana un retraso en la dieta de más de seis años, que ubicaba a los legisladores en una situación de desfase respecto del personal legislativo de planta”. El rionegrino enfatizó: “Ahora lo que se hizo fue establecer que la remuneración de los legisladores sea un 20 por ciento más que lo que cobra un agente de la máxima categoría con 20 años de antigüedad”.

Por su parte, la diputada kirchnerista Juliana Di Tulio afirmó: “Lo que se acordó es que los diputados pudiéramos tener el mismo haber que un director de línea de la Cámara. Los diputados y diputadas tenemos responsabilidades muy grandes y tenemos que poder tener correlato en esta situación. Es una muy buena señal, porque si no parece que sólo pueden hacer política los que tienen dinero”.

La diputada del PRO, Laura Alonso, avaló también el aumento de las dietas, al considerar que los ingresos de los legisladores estaban “muy atrasados desde la última década”. Según dijo, se trata de una “buena oportunidad para aumentar el nivel de transparencia y de rendición de cuentas” en el Congreso. “Es un ajuste de una dieta que efectivamente venía muy atrasada desde la última década, desde la crisis de 2001”, evaluó Alonso.

A su turno, el diputado de la UCR, Juan Pedro Tunessi, sostuvo que el aumento “es un sinceramiento”, ya que explicó que “había un desfasaje porque las dietas estaban por debajo de los salarios jerárquicos de la Cámara y eso era insostenible”. De todos modos destacó que, si bien se incrementó el sueldo, “bajaron los gastos de representación y el (concepto por) desarraigo”.

En tanto, al entender que la suba había sido del ciento por ciento, el diputado nacional y titular de Proyecto Sur, Fernando Pino Solanas, afirmó que era “una barbaridad”. “Está a contramano de la situación del país. Es una barbaridad”, sostuvo el legislador en declaraciones radiales. Solanas dijo que “el aumento con relación a la inflación, es una cosa, pero no el ciento por ciento”.

El incremento fue firmado por los titulares de ambas Cámaras en diciembre pasado, cuando los legisladores cobraban un ingreso neto mensual de entre 15 y 17 mil pesos, a lo que sumaban el paquete de pasajes aéreos y terrestres para movilizarse a la Capital Federal, además de otros beneficios, como el de desarraigo, con los que llegaban a casi 25 mil.

Los titulares de ambas cámaras dispusieron por resolución conjunta que el ingreso de un legislador debía ser un 20 por ciento superior al del máximo cargo de dirección de los empleados del Congreso. También se dispuso una reducción del 21 por ciento en el beneficio por desarraigo, pero se mantuvo intacto el cobro de pasajes, 20 tramos aéreos y otros 20 terrestres por legislador para movilizarse desde y hacia la Capital. Con esta medida, los salarios de diputados y senadores alcanzarán los 30 y 35 mil pesos.

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