Un adolescente de 17 años y su novia de 14 fueron baleados anteanoche en el corazón de barrio Las Flores. Según contaron testigos, un grupo de chicos estaba reunido en una plaza cuando pasaron otros dos muchachos en una moto y les dispararon. Producto de los tiros, los novios tuvieron que ser internados. Ella sufrió heridas leves; pero el chico, hasta anoche, luchaba por su vida tras haber recibido un plomo en la cabeza. Voceros del caso aseguraron que las víctimas no estaban metidas en ningún problema y que los proyectiles estaban dirigidos a otro muchacho.
Los tiros se escucharon unos minutos después de las 22.30 de anteanoche en la plaza Nuestra Señora de Itatí, que está ubicada en la manzana delimitada por las calles Flor de Nácar, Heliotropo, Rosa Silvestre y Caoba. Allí, estaba reunido un grupo de adolescentes de la zona, tomando gaseosas y escuchando música. “Es muy común que los chicos se junten en la plaza a la noche. Tienen esos equipos de música que le podes conectar un pendrive y se quedan bailando hasta que los echan los vecinos, tipo 11 de la noche”, explicó una habitante de Las Flores.
Pero la reunión de antenoche terminó mal. Es que, mientras los chicos charlaban en la esquina de Flor de Nácar y Heliotropo, pasaron dos jóvenes en una moto y les dispararon en varias ocasiones. En medio de la balacera, Agustina B., de 14 años, y su novio Agustín S., de 17, fueron heridos.
Los jóvenes fueron trasladados por parientes en un auto particular al hospital Roque Sáenz Peña. Los médicos que los atendieron le realizaron curaciones a Agustina, porque la bala le había pegado en la pierna izquierda, sin riesgo de vida. Pero Agustín no tuvo la misma suerte. Ni bien el muchacho ingresó al Sáenz Peña, fue derivado en una ambulancia del Sies al Hospital de Emergencias Clemente Álvarez.
Es que el adolescente sufrió una herida de bala a la altura del pómulo por la cual debió ser internado en terapia intensiva donde, anoche, permanecía en grave estado.
Cuando El Ciudadano consultó a los investigadores que tienen a su cargo el esclarecimiento del hecho sobre los motivos de la balacera, aseguraron no tener dato alguno sobre lo ocurrido. “Los chicos que estaban con los heridos nos dijeron que les tiraron dos desde una moto, pero que no los pudieron ver porque tenían puestas capuchas y gorras”, señaló un vocero del caso.
A su vez, vecinos aseguraron que tanto Agustina como Agustín son dos chicos tranquilos, que van a la escuela y no tienen problemas con nadie. “Son chicos re sanitos, no están en la joda, ni nada. Los tiros iban para otro de los que estaba en la esquina. Por supuesto, como pasa todo el tiempo, la ligó uno que no tenía nada que ver”, explicó un comerciante que conoce al muchacho “desde que lo ayudaban los vecinos a cruzar la calle”.
El ataque investigado por la Unidad Especial de Homicidios Dolosos, en este caso a cargo de la fiscal Marisol Fabbro, con la colaboración de la Policía de Investigaciones.
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