El gremio de los metalúrgicos reclamó ayer un aumento superior al 30 por ciento en un encuentro mantenido con cámaras empresariales del sector, una de las negociaciones clave y que sirve de referencia para el resto, mientras que el sindicato de choferes de colectivos advirtió que como mínimo pedirá 40 por ciento.
En esta incipiente negociación paritaria, los gremios vienen planteando un tema que distorsiona el diálogo con los empresarios y es el debate sobre el impuesto a las Ganancias y su impacto en los salarios.
A una semana de la huelga del transporte que paralizó el país, el tema Ganancias parece ser una cuestión central en la negociación salarial que está empezando en gremios fuertes como bancarios, choferes de colectivos y mecánicos.
En el encuentro formal entre la Unión Obrera Metalúrgica (UOM) y las cámaras empresariales, el sindicato encabezado por el líder de la CGT oficial, Antonio Caló, pidió 32 por ciento de incremento o el pago de una suma fija hasta mitad de año.
El gremio exige que el salario mínimo de 6.400 pesos suba a 8.500, equivalente a una suba del 32%, sumas que en esos casos no son alcanzadas por el impuesto a las Ganancias.
Otro gremio que hizo escuchar la voz es el de los choferes de colectivos concentrados en la Unión Tranviarios Automotor (UTA) que conduce Roberto Fernández.
Fernández sostuvo que el sindicato exigirá un incremento no inferior al 40 por ciento cuando retomen la semana próxima el diálogo con los empresarios.
En enero último, el sindicato acordó con las cámaras del autotransporte público de pasajeros un ajuste no remunerativo de 5 mil pesos en tres cuotas, a cuenta de futuros aumentos por paritarias.
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