En los últimos tres meses al menos 1.000 obreros de la construcción de la zona de Rosario fueron despedidos. Y en 8 de cada 10 casos se trata de trabajadores de obras públicas provinciales. Así lo informó a El Ciudadano Carlos Vergara, delegado normalizador de la Uocra, a la par que aseguró que la “situación de incertidumbre” a la que se está enfrentando la provincia, “con obras paralizadas, licitaciones que no arrancan y trabajos a media máquina”, llevó al gremio a declararse en situación de alerta. Y más: ante la falta de respuestas del Estado provincial y municipal sobre sus reclamos para buscar una solución a este escenario, el sindicato de los obreros de la construcción llamó a una movilización para el próximo miércoles.
“Nosotros necesitamos ayuda, un plan estratégico entre la provincia, las empresas y nosotros para ver qué pasa y discutir soluciones. Ante esta situación urgente hemos realizado pedidos de audiencia pero no hemos tenido respuesta de ningún tipo. Por eso mismo, la Uocra piensa movilizarse. No queremos llegar a esto pero no tenemos otra alternativa”, dijo Vergara a este diario.
“No nos queda otra. Le vamos a pedir al gobernador que sea responsable”, advirtió el sindicalista. Según su relato, el panorama en la Uocra es más que complicado y las soluciones no aparecen. Peor aún, Vergara sostuvo que la situación continúa empeorando, sin que se vislumbre, ni siquiera una reunión con el gobernador o con la intendenta.
“Estamos preocupados porque se ve que, día a día, van desapareciendo los puestos de trabajo de la gente que estaba, especialmente, en obras públicas: vivienda, zanjeo, bacheo, gas, agua, etcétera. Todo eso está perjudicando al tema laboral. Desaparecen puestos de trabajo y empresas, que no pueden afrontar la situación porque no les pagan, les dan obras sin reconocer la deuda anterior, no se sabe qué va a pasar con lo que viene. Hay una incertidumbre muy grande”, insistió.
En agosto se cumplirán 2 años de que Vergara está en el gremio. Con eso, da un ejemplo interesante de qué es lo que pasa con los trabajadores que él representa: cuando llegó, había 22 mil aportantes. Ahora hay 16 mil. “Desaparecieron más de 5 mil puestos de trabajo. Ahora, vemos que en pocos meses hubo mil despidos”.
Según la Uocra, esta situación se debe a la “desprolijidad” del Estado provincial. “Antes y durante la época de elecciones estaba todo bien: se lanzaron y licitaron obras, pero no se empezaron o las que están en marcha no pueden terminarse”, explicó Vergara.
“Hay un Estado insensible: no nos alcanza que digan que las cuentas no cierran. Este no es un gremio pasivo, es reproductivo: si no se produce no se trabaja. Y si la Uocra se para, se ve afectado todo el circuito de la economía: la construcción mueve, directa e indirectamente, 112 rubros”, describió.
Respecto de los otros ámbitos de los que depende la construcción, Carlos Vergara señaló que el Estado municipal “corre la misma suerte que la provincia”, mientras que tanto los emprendimientos privados como nacionales están “a media máquina”.
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