El Ciudadano
Ciudadanos del Reino Unido y Holanda votaron este jueves, dando inicio al primero de los cuatro día de elecciones, en los que 28 países de la Unión Europea elegirán el Parlamento del bloque, en las que partidos euroescépticos prometen un terremoto que sacuda el establishment de Bruselas.
Más de 400 millones de votantes están habilitados para elegir a los 751 miembros del Parlamento Europeo en estos comicios, cuyos resultados finales se conocerán el domingo, una vez que se hayan completado las votaciones en los 28 países.
Con la primera ministra británica, Theresa May, enfrentada a una posible renuncia inminente por no haber podido concretar el Brexit, las elecciones en el Reino Unido y Holanda marcan el comienzo de cuatro días de votaciones a lo largo y ancho de la UE.
Los comicios en el Reino Unido, casi tres años después de que los británicos votaran a favor del Brexit, eran impensados apenas meses atrás, cuando May prometía honrar el resultado de aquel referendo a tiempo para evitar tener que participar de las elecciones.
La crisis del Brexit refleja profundas divisiones en el continente.
Fuerzas populistas de derecha y euroescépticas confían en un gran desempeño electoral, lo que amenazaría una mayor integración del bloque y podría dificultar el proceso de toma de decisiones en Bruselas.
Luego del triunfo de la opción del Brexit en el referendo de 2016, el Reino Unido tenía previsto salir de la UE el 29 de marzo y por lo tanto no participar de las elecciones europeas.
Pero May no pudo lograr que el Parlamento británico aprobara el acuerdo de retirada que pactó con la UE, así que el país se ve en la absurda situación de tener que elegir a los integrantes de una institución de la cual planea retirarse.
Avance nacionalista
En Holanda se podría dar el primer embate populista. El extravagante derechista Thierry Baudet, con su política anti inmigración y que descree del cambio climático, parece encaminado a derrotar a los liberales del primer ministro Mark Rutte.
Por todo el continente, líderes nacionales de partidos tradicionales o europeístas están tratando de movilizar a sus seguidores para contrarrestar el auge de los nacionalistas, que están al frente en las encuestas en Francia, Italia y Hungría, entre otros países.
Estas son las novenas elecciones europeas desde que comenzaron, en 1979, y la participación ha ido bajando en cada cita, llegando a un mínimo del 43% en 2014.
El líder del partido italiano Liga, Matteo Salvini, y la líder de extrema derecha francesa Marine Le Pen aspiran a su grupo Europa de las Naciones y la Libertad (ENF) se convierta en el tercero con más bancas en la Eurocámara. La Liga lidera encuestas en Italia.
Le Pen quiere asestar un golpe al presidente francés, Emmanuel Macron, superando a su partido de centro, el proeuropeo República en Marcha.
Las encuestas le dan una pequeña ventaja, con alrededor del 23%.
Sin embargo, no se espera que los euroescépticos arrasen en todo el bloque, ya que los sondeos predicen sólidas victorias de formaciones proeuropeas en España, Irlanda y las ex repúblicas soviéticas del Báltico.
En Alemania, el partido CDU de la canciller Angela Merkel –una de las formaciones más importantes del grupo Partido Popular Europeo, que controla la Eurocámara– está primero en las encuestas.
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