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Economía

La Rosada resiste perforar techo paritario del 25%

La relación entre el gobierno y sus gremios más afines volvió a tensarse el martes ante la falta de señales oficiales de negociación frente al tope virtual del 25 por ciento para las paritarias.

La relación entre el gobierno y sus gremios más afines volvió a tensarse el martes ante la falta de señales oficiales de negociación frente al tope virtual del 25 por ciento para las paritarias atribuido al ministro de Economía, Axel Kicillof. Mientras la Unión Obrera Metalúrgica (UOM) de Antonio Caló aceptó suspender un paro que debía comenzar ayer por una tregua del Ministerio de Trabajo, la Asociación Bancaria anunció protestas y una huelga para el martes que viene. En ambos casos, por la ausencia de avances en las discusiones salariales.

Gerardo Martínez, jefe del gremio de la construcción (Uocra) y encargado de la CGT oficialista de gestionar con el Ejecutivo una suba del límite, no había recibido guiño alguno de parte de los funcionarios en esa línea. Optimista, les transmitió a sus pares que la ronda de paritarias terminará por cerrarse encima de la sugerencia de Kicillof, entre el 26 y el 30 por ciento. Sin embargo, algunos dirigentes de la CGT expresaron su sospecha de que Martínez actúa como doble agente para atenuar las pretensiones sindicales a pedido de Cristina.

Como nunca antes en la última década, la ronda de paritarias de este año se transformó en una novela de intrigas a partir de las complicaciones que encontraron Caló y el líder de Comercio, Armando Cavalieri, para cerrar negociaciones que parecían encaminadas.

En ambos casos, la posibilidad de aumentos salariales en torno del 30 por ciento chocó contra una negativa que, de manera uniforme, empresarios y gremialistas le adjudicaron al ministro de Economía. De hecho, el ministro de Trabajo, Carlos Tomada, despejó cualquier duda al sindicar a su colega de gabinete en las charlas con sindicalistas. Hasta hace unas horas, el gobierno había logrado, sin embargo, contener el “fuego amigo”. La cartera laboral dictó la conciliación obligatoria ante el paro de 36 horas dispuesto para ayer por la UOM. Caló se apuró en aceptar la tregua impuesta, pero dejó claro que los obreros afiliados al gremio lo quieren “colgar del Obelisco” por la falta de una definición en la paritaria. Por primera vez en años, los metalúrgicos y los mercantiles no tendrán aumento de sueldo en los recibos de abril.

Desde La Bancaria, su secretario general, Sergio Palazzo, dispuso para el martes que viene un paro nacional por 24 horas e impulsa asambleas de dos horas en las entidades financieras. El sindicato inició su paritaria con una demanda no explicitada de aumento cercana al 33 por ciento y una compensación por el impuesto a las Ganancias. En la CGT oficialista, todavía mascullaban bronca contra el ministro de Economía. No sólo por atribuirle el límite a los aumentos, sino, sobre todo, por su comparación entre la imposición por Ganancias y la retención de los gremios por cuota sindical. Los dirigentes sostenían el martes que no esperaban ese señalamiento desde un gobierno al que creían estar aliados.

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