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La reunión entre Cristina y Mujica terminó con agenda

El mandatario electo de Uruguay dijo que no hay ninguna solución en la mano pero sí voluntad para resolver.

La presidenta Cristina Fernández de Kirchner y su par electo de Uruguay, José “Pepe” Mujica, acordaron ayer conformar una comisión negociadora entre ambos países para avanzar en temas como energía, aguas del río Uruguay y definiciones comunes en el Mercosur.

Cristina recibió al presidente electo por el Frente Amplio, por espacio de cerca de una hora y allí concertaron formar una comisión y esperar el laudo internacional sobre el conflicto por la instalación de la pastera Botnia.

Al final de la misma Mujica reconoció que no hay “ninguna solución en la mano” por el conflicto de la papelera Botnia, pero sí existe “voluntad de mejorar en todo lo posible las relaciones entre los dos países”.

Al mismo tiempo, el mandatario electo ratificó la hermandad histórica entre argentinos y uruguayos cuando recordó: “Somos (los uruguayos) unos 300 mil (en la Argentina), pasamos inadvertidos… debe ser el único país en el que no nos sentimos extranjeros”.

“Somos como el loro: nunca nos olvidamos dónde comemos”, dijo Mujica en el salón de las Mujeres de Casa Rosada, junto a su mujer, la senadora Lucía Topolansky.

A la agenda bilateral, Mujica agregó el apoyo argentino para la interconexión eléctrica de Uruguay con Brasil y el gas y en este sentido dijo: “No pretendemos tocar el cielo con las manos de la mañana a la noche pero sí ir avanzando con el mayor espíritu creativo posible”.

Sobre el conflicto por la instalación de Botnia, actual UPM, que ocasionó la oposición de vecinos de Gualeguaychú que mantienen cortado el puente internacional General San Martín entre ambos países, el mandatario electo reveló: “Debemos esperar el laudo internacional”.

Mujica evitó abundar en la reunión que habría mantenido con ambientalistas de Gualeguaychú pero de algún modo confirmó ese encuentro cuando dijo: “Respetaré el pacto de no hablar de lo que (allí) se dijo”.

El ex guerrillero tupamaro está desde el pasado martes en Buenos Aires con una agenda muy acotada que contempló un encuentro con inversores argentinos en el área vidrios y con el embajador uruguayo en Buenos Aires, Francisco Bustillo Bonasso.

“Las aguas del río Uruguay serán seguramente una de las preocupaciones que tendremos por delante: el fosforado, algunos pesticidas… seguro que las aguas son un problema pero si los hombres no somos capaces de fabricar un papel sin dañar el ambiente la discusión es otra”, dijo por último el dirigente.

José Mujica está dispuesto a reencaminar las relaciones con Argentina que se empañaron con la discrepancia por la instalación de la papelera en la orilla del río Uruguay.

El saliente gobierno de Tabaré Vázquez no pudo tener un verdadero acercamiento a las autoridades argentinas y fue visto por su gestión como uno de sus principales problemas. La asunción del nuevo mandatario uruguayo el 1º de marzo ofrece una nueva chance para reencauzar los lazos entre las naciones hermanas.

La Argentina demandó a Uruguay ante la Corte Internacional de Justicia aduciendo que la instalación de la planta de celulosa es contaminante y por la violación del Estatuto del Río Uruguay. En tanto el gobierno oriental demandó en La Haya a nuestro país por los cortes de ruta que no permiten la libre circulación y que los mismos son tolerados por el Ejecutivo argentino.

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