Nunca un 10 de diciembre como este último pasó tan desapercibido desde la reinstalación de la democracia en nuestro país. La política no se animó a hacer un balance por temor al saldo en rojo. Tal vez el ignorar esta fecha fundante se deba al hecho de que un año atrás las cosas estaban mal en nuestro país, pero no tan mal como hoy, dado que los mismos problemas sufrieron inflación, uno de ellos especialmente: el narcotráfico. En ciudades como Rosario la preocupación de la gente aumenta considerablemente. Las encuestas de Andrés Mautone de septiembre y noviembre del corriente año siguen teniendo dos protagonistas: inseguridad y narcotráfico. En septiembre ambos guarismos sumaban 60,5 por ciento, en noviembre 66,5 por ciento: luego y con porcentajes muy lejanos (7 por ciento aproximadamente) el transporte.
El trabajo de Mautone también evidencia que no estamos viviendo en una sociedad normal. En los países en donde la vida no está en peligro todos los días, los problemas son transporte, cloacas, salud, empleo, educación, alumbrado, barrido, recolección residuos…
También es cierto que el próximo 10 de diciembre volverá a ser una oportunidad para revertir este hoy donde el vivir mal está a un paso de naturalizarse. La naturalización de aquel lejano “roban pero hacen” fue avanzando y la sociedad fue permitiendo. También fuimos perdiendo la sensibilidad y con ello los valores. Las instituciones se resquebrajaron hasta llegar a una justicia que dejó de ser justa, la Policía dejó de cuidar a la gente, la política dejó de representar al ciudadano, y el ciudadano se convirtió sólo en un habitante. El año próximo todos tenemos una oportunidad para refortalecernos. Si esta mirada no fuese certera, por qué un grupo importante de sacerdotes trabaja sobre las “pistas para la paz y la convivencia social,” donde a modo de decálogo intenta revertir la anomia de valores. “No saquearás”. “No comprarás nada robado”. “No lincharás”. “No dirás hay que matarlos a todos”. “No harás del fútbol o de un club un dios en donde sacrificar vidas humanas”. “No te justificarás diciendo: total si todos lo hacen por qué yo no”
El papa Francisco dijo: “Me gusta usar la imagen del hospital de campaña: hay gente muy herida que está esperando que vayamos a curarles las heridas”. Si la política en Argentina aprehendiese este concepto quizá las cosas empezaran a ser distintas.
Tengo la absoluta convicción de que tanto en el plano nacional como en el provincial dividir por cuatro es fortalecer a los oficialismos. A hoy todo indica que Massa, Scioli y Macri, alternando por momentos este orden, están prácticamente en una paridad. Faunen sigue siendo una coalición netamente electoral sin contenido de gobierno y sin candidato para un espacio que tiene un potencial de un 26 por ciento de intención de voto. Los tres candidatos antes mencionados no logran diferenciarse. Tal vez el valor agregado esté en los equipos de trabajo. En este aspecto Massa cuenta con ventajas. En el orden local esta semana se incorporó un nuevo candidato a gobernador por el Frente Renovador: Eduardo Buzzi. Su lanzamiento fue abrazado por los principales referentes nacionales de Massa. Los tiempos para insertarse en el interés del electorado son escasos, tendrá que saber aprovecharlos. No se descarta la posibilidad de competir en las Paso con el candidato Oscar Martínez, quien ha reafirmado su voluntad de postularse para el mismo cargo. El mismo problema lo tiene Miguel Lifschitz dado que no ha logrado la tan ansiada unidad que buscó. Mario Barletta estaría a punto de quedarse no sólo con Rubén Giustiniani (esto ya es conocido) sino con Palo Oliver, el radical pretendido por Lifschitz.
Quienes desde Buenos Aires han golpeado la puerta de María Eugenia Bielsa, la misma les ha contestado diciéndoles “ustedes me quieren como candidata (del kirchnerismo) pero siguen asociados al socialismo”.
Miguel Del Sel inaugurará junto a Mauricio Macri la próxima semana en la ciudad de Santa Fe la Casa de la Fundación Pensar. Luego harían lo propio en Rosario. Consultado sobre el lanzamiento de la candidatura de Buzzi, dijo: “Me parece muy bien lo de Eduardo, la gente tiene que tener muchas opciones, cuantos más lleguen a la política mejor para el ciudadano”.
Miguel del Sel está mostrando parte de su equipo. Claudio Zapata será su hombre –en caso de ser gobierno– en temas de seguridad. Conversando con él nos dijo: “Antes nos veían como el médico, como el enfermero, el cura, teníamos una solución… de un tiempo a esta parte la gente entendió que esa solución que se tenía en la comisaria, en el policía que estaba parado en la esquina, hoy no la tiene. Yo siempre he destacado que esto no es culpa de la Policía, el que tiene que estar arriba de todo esto es el Estado. El problema está en los ajustes que han querido hacer los gobiernos en estos últimos 8 años; y lo digo porque esa es la realidad, yo trabajé con otros gobiernos y recibíamos órdenes de los gobernadores, y tenga en cuenta que no soy de ningún partido, soy Policía y trabajo de policía y recibo órdenes. Pero hace unos años que la gente comenzó a ver que la policía no le resolvía los problemas y el Estado en este caso fijó la vista en otro lado y trató de buscar variables de resolución en ajustes a la institución y no de buscar ajustes en variables más complejas. La gente dejó de ver que la Policía le era útil. Y eso es lamentable”.