La caza de votos de cara al próximo 22 octubre ya comenzó en Rosario. Luego de las Paso, los tres principales frentes electorales intentan sanar las heridas que dejaron las internas y que los sufragios no se escapen, aunque, como reconocen desde todos los espacios, la mayor parte del electorado –sobre todo el más joven– elige personas y deja de lado disciplina partidaria. En este panorama, el botín más jugoso es el caudal electoral de Anita Martínez.
Tanto en el peronismo como en el PRO ya hubo foto. Casi todos los precandidatos del Frente Justicialista –locales y provinciales– posaron en el Monumento a la Bandera para mostrar unidad y fuentes del peronismo rosarino manifestaron su confianza de cara a octubre.
Por el lado del PRO, el apoyo oficial de Anita Martínez a Roy López Molina se hizo esperar un poco más. Después de una campaña con denuncias –el sector de López Molina acusó a Martínez de usar un audio grabado por el presidente Mauricio Macri para la elección anterior– los referentes locales del macrismo se mostraron juntos en un acto en el club Sportmen Unidos, donde también estuvo el candidatos a diputado nacional Albor “Niky” Cantard.
Si bien ambos espacios políticos confían en mantener el caudal electoral e incluso aumentarlo, existen diferentes especulaciones. Lo cierto es que la campaña está en pañales y todo puede cambiar. Nadie tiene el voto cautivo y la credibilidad está cada vez más en duda.
Tanto desde el sector de Anita como desde el peronismo, coinciden en que Roberto Sukerman, ganador de las Paso justicialistas, puede crecer con los votos de la periodista, aunque la ex concejala secundará a López Molina, ganador de la interna macrista.
Es que los 75.623 sufragios que sacó Anita –López Molina obtuvo 90.980–, no tienen, en su mayoría, un componente ideológico, como sí los del actual diputado provincial.
Desde el justicialismo reconocen la adhesión de Martínez en barrios que históricamente votaron al peronismo. Incluso, el perfil vinculado a lo social que tiene la diputada nacional lleva a identificarla con el PJ. La victoria de López Molina termina acotando el caudal del PRO a los sectores que se identifican ideológicamente con Cambiemos: como sucede en Estados Unidos, “el voto al partido”.
La fuga de votos en el peronismo puede venir por el lado del ex delantero de Newell’s Ariel Cozzoni. Sus casi 12.000 sufragios lo dejaron tercero en la interna del Frente Justicialista y es una incógnita qué pasara con las adhesiones del ex futbolista, más vinculadas a Newell’s que a Perón, Evita, Néstor Kirchner o Cristina Fernández.
Javkin intenta saltar la grieta
El Frente Progresista, con su candidato Pablo Javkin, quedó atrapado en la grieta mediática que instalan los grandes medios porteños entre Macri y Cristina. Las Paso no le sonrieron al espacio que gobierna la ciudad y quedó en tercer lugar. Desde las huestes de Javkin consideran que existe una masa de votantes que continúa apoyando al Frente Progresista, pero que en las Paso decidió participar en una interna evidentemente más atractiva como la del PRO.
La estrategia ahora pasa por el contacto directo. En vecinales y distritos Javkin se presenta como el candidato de la gestión de la intendenta Mónica Fein, intentando recuperar esos votos que desde hace más de 20 años acompañan al socialismo –y sus aliados– en la ciudad.