La Cazadora

Prevenir y erradicar violencias

La Ley Micaela se acerca de a poco a los medios de comunicación

En agosto ingresó al Congreso un proyecto para hacer extensiva la ley a trabajadores de prensa. Perdió estado parlamentario, pero desde la Red de Medios Digitales aseguran que volverán a presentarlo. En Rosario, el Sindicato de Prensa brindó capacitaciones en género a medios privados y autogestivos


El 19 de diciembre se cumplieron tres años de la sanción de la ley 27.499, conocida popularmente como Ley Micaela. Obtuvo su nombre de Micaela García, una joven militante del Movimiento Evita que fue víctima de femicidio, y establece que las personas que trabajan en los tres poderes del Estado deben recibir capacitaciones en materia de género para prevenir y erradicar la violencia contra las mujeres. Hace unos meses se presentó en el Congreso un proyecto que buscaba hacer extensiva la ley a los medios de comunicación, para hacer obligatorias esas capacitaciones también a las y los trabajadores de prensa. La iniciativa perdió estado parlamentario, pero desde la Red de Medios Digitales –una de las organizaciones que la impulsan- sostuvieron que volverán a presentarla. En Rosario, el Sindicato de Prensa (SPR) brinda capacitaciones en género de las que ya participaron trabajadoras y trabajadores de distintos medios privados, comunitarios y cooperativos, de manera voluntaria.

A fines de 2018 el Congreso de la Nación sancionó la ley 27.499, promulgada el 10 de enero del año siguiente. En las calles la ley lleva otro nombre, el de Ley Micaela, por Micaela García, una joven estudiante y militante de 21 años que fue asesinada en Gualeguay, Entre Ríos, por un hombre que tenía antecedentes penales por violación y a quien un juez había concedido la libertad poco antes.

La ley hace obligatoria la capacitación en género para las y los trabajadores del Estado nacional en sus tres poderes: el Ejecutivo, el Legislativo y el Judicial. Su objetivo es transversalizar la perspectiva de género, que logre atravesar el tejido social en toda su extensión.

En los tres años que pasaron desde su sanción, la Ley Micaela se hizo un lugar en distintos niveles del Estado. El 7 de octubre de 2019, la provincia de Santa Fe adhirió a la normativa. Rosario lo hizo el 24 de octubre de 2019 a través de una ordenanza. Universidades, sindicatos, organizaciones políticas y otras instituciones comenzaron a aplicarla hacia adentro, realizando capacitaciones.

En agosto de 2021, tres diputadas del Frente de Todos –Ayelén Sposito (Río Negro), Gisela Marziotta (CABA) y Silvana Ginocchio (Catamarca) –; junto con periodistas de la Red de Medios Digitales –organización con impronta federal que nuclea a medios autogestivos y cooperativos–; representantes del Ente Nacional de Comunicaciones (ENACOM) e integrantes de la fundación Micaela García, presentaron un proyecto de ley en el Congreso de la Nación que buscaba implementar la Ley Micaela en los medios de comunicación.

“Comenzamos a trabajar el proyecto a partir de otros tres que las diputadas habían presentado ya en el 2020. Tenían algunas pequeñas diferencias entre sí, mínimas. Lo que hicimos fue articular con ellas y también con la Fundación Micaela, con la mamá y el papá de Mica y las capacitadoras que laburan ahí. Conformamos una mesa de trabajo, se sumaron dos compañeras del Enacom a laburar y a pensar la unificación de esas tres propuestas”, cuenta a La Cazadora Delfina Pedelacq, integrante de la Red de Medios Digitales y periodista del diario El Zorzal, de San Martín, Buenos Aires.

En cuanto a la finalidad del proyecto, Pedelacq explica: “El proyecto plantea en concreto la capacitación permanente y sostenida hacia adentro de los medios, ya sean del Estado o privados, no solamente en perspectiva de género a la hora del tratamiento de la información y de la producción del contenido, sino también hacia dentro de los equipos de laburo de los mismos medios”.

La propuesta perdió estado parlamentario este diciembre. “Entendemos que las cosas tampoco se dan de un día para el otro. Fue un laburo muy arduo, sabíamos que existía la posibilidad de que la unificación del proyecto perdiera estado parlamentario, pero igualmente seguimos trabajando en conjunto para poder próximamente volver a presentarlo”, asegura la periodista.

“La capacitación es necesaria. Tenemos que impulsar este tipo de reglamentaciones para seguir construyendo el periodismo que necesitamos, no solamente el que queremos”, remarca Pedelacq.

La prensa rosarina

En 2019 se cumplieron 20 años de aquellas primeras publicaciones de La Cazadora, en 1999. Para poner el valor lo que fue el primer suplemento de género que tuvo Rosario, se realizaron charlas, talleres y hasta un encuentro que reunió a periodista feministas de toda la provincia de Santa Fe. Unos meses después, en noviembre, se realizó un segundo encuentro, esta vez en la ciudad de Santa Fe y organizado por periodistas de la capital provincial. La principal demanda y propuesta fue que la Ley Micaela sea aplicada en todo a los medios públicos, privados y autogestivos de la provincia.

Pandemia mediante, la demanda aún no fue recogida por representantes del Estado, aunque otros actores realizaron algunos movimientos. “La Micaela de Prensa” es el nombre del proyecto de capacitaciones en temática de género y prevención de violencia contra las mujeres y diversidades que el Sindicato de Prensa Rosario (SPR) realiza desde 2020.

Alicia Simeoni, secretaria adjunta del SPR y trabajadora de Rosario/12, sostiene: “Los trabajadores y trabajadoras de prensa no estamos alcanzados por el texto de la ley, pero desde el sindicato estamos convencidos de que nos alcanza la responsabilidad social que tenemos en el ejercicio profesional”.

Segundo Encuentro de Periodistas Feministas de Santa Fe. Noviembre de 2019

 

La dirigente explica que se trata de una oportunidad de pensar acerca de las prácticas periodísticas y sobre los ámbitos laborales al interior de las empresas de comunicación. “El lenguaje nombra, visibiliza, da existencia, y también puede ocultar, estigmatizar y trabajar el sometimiento de distintos sectores de la población, en este caso de las mujeres y disidencias, como ocurre desde hace tantísimos años”, expresa y agrega: “estamos convencides de que podemos hacer un gran aporte en el sentido de reflexionar acerca del lenguaje y la manera en que construimos noticias y contenidos”.

Hasta el momento se realizaron dos capacitaciones, ambas virtuales, a causa de las medidas implementadas por la pandemia del Covid19. La primera, en noviembre de 2020, fue llevada a cabo en conjunto con la Secretaría de Género y Sexualidades de la Universidad Nacional de Rosario (UNR). Apuntó a los trabajadores y trabajadoras del diario La Capital y LT8.

“Esa capacitación fue muy importante y numerosa, fueron cuatro encuentros de dos horas, dos horas y media de duración. Se produjeron debates sobre la experiencia, sobre la propia subjetividad que hemos construido hasta ese momento a lo largo de nuestra vida y que desplegamos y ponemos en juego en nuestro trabajo cotidiano”, detalla Simeoni.

La segunda capacitación se realizó en este 2021, en convenio con la Defensoría del Público y en conjunto con un equipo dedicado a la capacitación en perspectiva de género. En esta ocasión, apuntó a radios comunitarias como Aire Libre, La Hormiga, medios cooperativos como El Ciudadano y La Masa, y privados, como Radio Sí y Rosario Plus.

“En ambos encuentros se hizo un recorrido y un análisis interesantísimo. Excedió un poco el contenido de Ley Micaela para trabajar especialmente con el lenguaje. Pensemos que sobre todo en las áreas periodísticas de los medios de comunicación trabajamos permanentemente con el mundo de las ideas, la información. Entonces, introducir este plus en la capacitación permite la reflexión sobre nuestros saberes, sobre las expresiones que estábamos acostumbrades a utilizar y que pueden ponerse en cuestionamiento. Se armaron debates en relación a las maneras de pensar que cada uno trae, a los prejuicios y, por qué no, al replanteo de las propias creencias”, dice la dirigente sindical.

El trabajo emprendido en este tipo de capacitaciones no solo está destinado a repensar las prácticas en medios de comunicación sino que, además, contribuyen a construir una mirada preventiva frente a casos de discriminación, acoso, violencia por razones de género en el mundo del trabajo.

“Tenemos la convicción de que a través de nuestro trabajo podemos influir en la prevención de las violencias, romper con los moldes y mandatos heredados. Quienes trabajamos en los medios de comunicación tenemos enorme participación y responsabilidad, por eso remarcamos que el uso del lenguaje no es ingenuo. Lo que no está puesto en palabras y expresiones verdaderamente no existe”, señala.

Los procesos de transformación son sinuosos. Los avances no son lineales, damos con retrocesos sólo para volver a arrancar. Simeoni, analiza: “También se encuentran resistencias y eso debemos reconocerlo, si no reconocemos eso no sabemos en qué campo estamos trabajando. Hay que trabajar con eso, será repetir capacitaciones todas las veces que podamos. Es necesaria una articulación”.

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