José Odisio
La dirigencia leprosa debate quién será el nuevo entrenador tras la salida convulsionada de Juan Manuel Llop, pero Newell’s no puede esperar. El equipo del Parque recibe desde las 19 a Temperley con la necesidad de ganar para detener una crisis que amaga a no terminar.
Este lunes habrá técnico interino. Fabián Garfagnoli fue designado el lunes como piloto de tormentas para comandar este partido con el Gasolero. Y lo que parecía un interinato por un partido, podría pasar a ser la proyección de un candidato más a ocupar el banco.
“Tengo mucha ilusión con el partido. Es un privilegio estar acá. Sería lindo seguir, es mi club, acá viví momentos muy lindos, pero la decisión no depende de mí”, disparó Garfagnoli, dejando en claro que no le escapa a la responsabilidad de dirigir la primera leprosa.
Y una victoria, en especial si está acompañada de una producción sólida del equipo, podría poner al coordinador de inferiores en la carrera de la sucesión de Llop.
Sin importar esta situación, Garfagnoli entendió que debía cambiar. Por convicción, por eso modificó el esquema táctico y pondrá en cancha un 4-3-3; y para darle una vuelta de rosca al equipo, buscando darle un mejor impulso anímico y futbolístico.
Afuera Brian Sarmiento, en lo que sin dudas es la decisión más sorpresiva del DT interino. El ex Banfield no atraviesa un buen momento futbolístico, pero sacarlo no deja de ser una apuesta fuerte, un mensaje hacia adentro del vestuario, que se complementa con darle la cinta de capitán a Hernán Bernardello.
Probó mucho Garfagnoli en la semana, pero al final dejó la misma defensa que cayó ante San Lorenzo. Pero delante de esa línea de cuatro pondrá un mediocampo que buscará tener mucha movilidad y mejor tenencia. Brian Rivero como interno (a lo Pablo Pérez), el Cabezón como único cinco, y la chance de ver a Denis Rodríguez, quien hace mucho que no juega desde el arranque, aunque no hay dudas que es un jugador que puede aportarle al equipo mayor presencia en el área rival.
Y la sensación previa es que Luis Leal no estará tan solo. El portugués tendrá dos extremos, Fertoli y Joaquín Torres, que no tendrán tantas obligaciones defensivas y así podrán explotar mejor sus virtudes ofensivas.
En la previa hay una idea distinta. Pero nada garantiza que el equipo juegue mejor. Y mucho menos que gane. Pero si consigue ese objetivo, el de sumar de a tres, la dirigencia comprará más tiempo para definir el entrenador, aunque deberá sumar a la lista a alguien que al menos por ahora sólo tiene la chapa de interino.
