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“La infraestructura de agua, gas y electricidad es el cuello de botella”

Por Paola Cándido.- Lo marcó el titular del Grupo Construya, que agrupa a las privadas más grandes del sector. El ladrillo sigue hacia arriba.


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Once empresas, con la característica común de contarse entre las mayores en su área, conformaron en 2002, “en el peor momento político, económico y social de la historia reciente”, el Grupo Construya, una iniciativa privada para promover la construcción. A once años de aquella “apuesta al futuro de la Argentina”, el ingeniero civil Pedro Brandi, titular de la organización desde 2005, revisa una jugada que salió más que bien y aún no encontró su límite. Según dice, en los próximos diez años la tendencia no sólo va a seguir sino que establecerá “nuevos récords históricos”.

—¿La inversión inmobiliaria es el mejor resguardo para los ahorristas?

—El ahorro en construcción son ahorros seguros y rentables. No solamente conserva el valor de la inversión sino que permite generar una renta. Para ahorrar en construcción, uno debe invertir en un inmueble, construirlo o ampliarlo y refaccionarlo. Una de las cosas que movió muy fuerte al sector este año fue la refacción y ampliación, a diferencia de años anteriores, donde la construcción era traccionada por las grandes inversiones, como por ejemplo, el Casino. Estamos en un proceso inflacionario, los materiales van a seguir acompañando a la inflación, de otra manera es imposible fabricarlos. Y la cadena de valor de la construcción estará en condiciones de continuar expandiéndose a un ritmo levemente superior, con lo cual podría llegar a acumular un crecimiento adicional de 50 por ciento en el próximo decenio, estableciendo nuevos récords históricos.

—¿Y en Rosario?

—Sigue creciendo. A nivel nacional es de un 7 por ciento. En Rosario y en la provincia crecieron alrededor del 12 por ciento. Creció la venta de insumos en materiales de construcción. Rosario tiene temas particulares como es la infraestructura de agua, electricidad y gas. Hoy son limitantes y esperemos que haya proyectos de inversión pública que permitan resolver estos cuellos de botella que son de la ciudad.

—¿Qué políticas públicas del Estado impactarían positivamente en la construcción?

—En Rosario se construyó mucho, pero no hay una inversión suficiente en todo lo que es infraestructura, como por ejemplo, los problemas de conexiones de agua, de energía eléctrica y de gas, que son restricciones importantes de la construcción. Son inversiones municipales y provinciales que hay que hacerlas para que no constituyan un freno al nivel de actividad. Y para el déficit habitacional, que está en los sectores de bajos y  medios recursos, crear instrumentos financieros que permitan acceder para ahorrar e impulsar créditos hipotecarios a bajas tasas de interés, y a largo plazo. Sería algo importante que no se abordó, salvo la solución del plan Procrear.

—¿Cómo evalúa el plan Procrear?

—Va a tener un impacto importante. Se anunciaron 130.000 viviendas nuevas, lo cual es una cantidad considerable. Después se verá cuál termina siendo el impacto real. Lleva su tiempo hacer los proyectos, comprar los inmuebles. La construcción tiene una inercia de puesta en marcha importante. Estos anuncios se verán reflejados en mayor medida, en no menos de seis meses.

—¿Considera que la dificultad para acceder a créditos hipotecarios es un elemento que el sector financiero no termina de resolver?

—Desde siempre. En algún momento de la década de los 90 se resolvió y había crédito hipotecario, a largo plazo, y a una tasa de un interés razonable. A lo largo de todos estos años, lamentablemente el crédito hipotecario brilló por su ausencia. Es un gran problema. El plan Procrear apunta a resolver este tipo de falencias, y ojalá que se amplíe, sea exitoso y perdure en el tiempo. El déficit habitacional de nuestro país está en los sectores de recursos bajos y medios, hay que darle una solución al financiamiento a ese sector.

—En la década del 50 y del 70 hubo un boom inmobiliario en Rosario. ¿Cómo es la situación actual?

—Después del 2000 se valorizan fuertemente los productos agropecuarios, es muy notable cómo el sector inyectó mucho dinero en la economía en general y en la construcción en particular. Hacemos encuestas a nivel nacional y una de las preguntas es de dónde sale el dinero para construir, y notamos que en la zona central, en el NEA, (que abarca las provincias de Santa Fe, Chaco, Corrientes, Entre Ríos, Formosa y Misiones), en el NOA, (Jujuy, Salta, Tucumán, Catamarca, La Rioja, y Santiago del Estero), tiene un peso grande el sector agropecuario. En muchos casos, como es Rosario y Santa Fe, el peso es del orden del 60 por ciento y a veces más. Sin duda, cuando al campo le va bien, a la construcción en esta zona del país también.

—¿Cuál es su impresión de la ley de Exteriorización de Capitales y el bono Cedin para la construcción?

—Esperemos que en esta prórroga de tres meses el Cedin tenga el éxito que no tuvo hasta ahora, sería de gran ayuda para seguir impulsando la actividad. Los fondos fiduciarios para pequeños ahorristas son recientes y es difícil dar una opinión, todavía no hay historia y sería arriesgado dar un vaticinio.

—¿La inversión en pozo o fideicomiso llegó para quedarse?

—Sin duda que sí, ya estaban presentes cuando se permitían hacerlos en dólares. Al poder hacerlos después en pesos, en estos últimos dos años, es lo que mantuvo el nivel de actividad en el sector. Sin ellos, el sector hubiera sentido un golpe muy fuerte.

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