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La importancia de verse bien

Lalcec retoma su taller de maquillaje para pacientes en tratamiento oncológico. Colores, pañuelos y pelucas dan una imagen renovada y saludable para enfrentar el cáncer con la autoestima en alto.

La psicología y el trabajar para verse bien resultan fundamentales en el tratamiento oncológico. Es por eso que mañana, como se ha realizado en varias oportunidades, la sede local de la Liga de Lucha Contra el Cáncer (Lalcec) brindará un nuevo encuentro del programa Luzca bien, siéntase mejor, destinado a mejorar la imagen de quienes se encuentran realizando tratamientos con rayos o quimioterapia, a las 14.30. El encuentro será en Sarmiento 958, en el primer piso de Galería Mercurio y quienes quieran inscribirse pueden hacerlo a los teléfonos 449-1818 y 448-3479.

Sólo quien ha padecido cáncer sabe de qué se trata. La vida cambia de un segundo a otro y además de padecer una enfermedad que hoy en día asusta más por su nombre que por su gravedad (gracias a los avances médicos), el tratamiento por su recuperación es una de las etapas más críticas. Cuando se debe pasar por quimioterapia el cuerpo deja de pertenecerle a uno. El cabello, en un 95 por ciento de los casos, se cae en su totalidad cerca de la segunda sesión y las defensas bajan terriblemente.

El cuerpo cambia, la alimentación también, las náuseas en cada día de sesión son las causantes de que uno permanezca sin saber si quiere o debe estar en la cama, o no, porque no se siente bien en ningún lado.

La quimioterapia es la etapa más agresiva de un tratamiento oncológico, se suele seguir con terapia de rayos, pero allí los efectos en la piel son similares a una sobreexposición solar, más conocida como “flechazo”. Precisamente en la primera, no sólo cuentan los medicamentos consumidos para mejorar el estado de salud inicial.

Alba Cánepa, secretaria de Lalcec, explicó a El Ciudadano que en cada reunión suelen acercarse entre 20 y 25 mujeres que están en tratamiento oncológico y, claro está, sobrellevan la carga medicinal en su rostro.

La pérdida del cabello durante la quimioterapia es una de las características más dolorosas para la autoestima de la mujer que la sostiene. Con la cabellera se van también gran parte de las cejas y pestañas y al estar con las defensas sumamente bajas, la palidez reina en el rostro de cada paciente. Cabe mencionar también la hinchazón acorde a la retención de líquidos que provoca (aparte de los kilos que se ganan durante este proceso) son factores que atacan la imagen. Es por eso que además del estado de salud, el anímico baja rotundamente y este tipo de encuentros ayuda a que la paciente se redescubra y, maquillaje y peluca en mano, enfrente la situación que atraviesa y pueda salir adelante.

“Las mujeres que llegan a estas sesiones de maquillaje están pasando por su quimioterapia y, en la mayoría de los casos, perdieron toda su cabellera. En cada encuentro, el maquillador les da técnicas para resaltar sus rasgos y así mejorar su aspecto personal”, comentó Cánepa.

Se supo que fue un médico americano el que hace más de 20 años se dio cuenta que no bastaba con recetar medicamentos para que sus pacientes mejoraran. Él quería devolverle la autoestima para sacar a la enferma de la depresión. Así fue, que con un amigo, decide llevar una maquilladora al sanatorio para que realice un asesoramiento en el cuidado del rostro. Nunca se imaginaron que esta idea daría tan buenos resultados. Este cuidado repercutió en el estado de ánimo de la enferma y la motivó para llevar su mal de otra manera. El éxito fue tal que no ha dejado de extenderse a diversos rincones del mundo. Hoy ya está en más de 15 países.

Tras la reunión, que incluye algunas masitas y café, “la gente se retira muy contenta, porque han logrado cortar con el abandono típico de esta etapa del tratamiento. A lo largo de casi dos horas las mujeres charlan, comentan su experiencia y se ven mucho mejor que cuando entraron. Es como un grupo de autoayuda y al final de la tarde se les entrega de regalo un set de maquillaje donado por empresas que apoyan el trabajo de Lalcec”, dijo.

De esta manera, tal cual expresó la integrante de la Liga, se toma la enfermedad desde otro punto de vista. “Es algo que ya está, que nos tocó y hay que transitarlo de la mejor manera posible”, sostuvo.

Asimismo, comentó que además del set de maquillaje, se les entrega a quienes lo necesiten una peluca para que atraviese su etapa de tratamiento un poco más confiada. Claro que están las valientes que apelan al pañuelo o sombrero. “A quienes les damos pelucas, con lo costosas que son, les pedimos que las devuelvan una vez que terminaron su tratamiento y el cabello les crezca”, agregó.

En estas tardes, donde cada una, espejo en frente comienza a dar color y vida a su rostro, se les habla sobre la importancia de sentirse y verse bien, a pesar de la enfermedad. De hecho, muchas mujeres descubren que al pasar por esta instancia descubren el valor de la vida y la importancia de sentirse bien consigo mismas y encarar la vida de otra manera.

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